Director de COFOCE GTO envía mensaje y pide ser reactivos ante políticas de EU

Redacción

newssanmiguel@gmail.com

Con las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos Donald Trump sobre seguir con la subida de aranceles a los productos mexicanos en «castigo» por el flujo de migrantes que llegan a su país desde México, el narcotrafico y drogas, sin olvidar la guerra económica que esta librando también con China; el director general de la COFOCE (organismo especializado en comercio exterior que impulsa la competitividad internacional de las MiPyMES de Guanajuato.) Luis Ernesto Rojas Ávila, lanza tres recomendaciones para los empresarios en Guanajuato y siguiere ponerlas en marcha en beneficio a la economía de sus empresas, el estado y México.


¿Qué debemos hacer como país, y en específico en Guanajuato, para no vernos afectados ante esta amenaza? Aquí mis recomendaciones al respecto:

1) NO TE PREOCUPES, OCÚPATE: El ser reactivos en lugar de predictivos es lo que ha llevado a nuestro país a actuar por impulso, en lugar de forma estratégica ante amenazas de este tipo. A lo largo de la historia comercial entre EE UU y México, si analizamos el contexto en general, hoy tememos el “sartén por el mango”, las condiciones están puestas para seguir creciendo pese a este tipo de amenazas y pese incluso a que se conviertan en una realidad.

Ejemplos en los que podemos “ocuparnos” de forma inmediata en lugar de preocuparnos: eficientar la logística de exportación que hoy representa para nuestro país entre un 15 y un 25% de sobrecostos, implementar métodos de costeos más eficientes que nos permitan mejorar nuestro precio de exportación de forma inmediata, y en el corto plazo, brincar a la venta a través de canales digitales que nos permitan llegar al consumidor final sin pasar por tantos intermediarios, quienes pulverizan el margen de utilidad para el exportador y encarecen el precio al consumidor final, en la mayor parte de los casos.

Y qué decir de la oferta de valor que podemos ofrecer al consumidor final, mejorando la experiencia de usuario y llegando a nuevos nichos de mercado “poco o nulamente explotados”, como el mercado de alimentos orgánicos, veganos, los gamers, etc. Las opciones y alternativas son innumerables y aplicables a muchísimos sectores e industrias.

2) ¿ERES DIFERENTE O ERES BARATO? Esta pregunta implica un cambio de paradigma total en la forma en que México ha competido en las últimas décadas en el mundo, y la manera en la que debemos comenzar a hacerlo en la actualidad; la guerra por los precios bajos la perdimos como país hace ya muchos años, y seguir empeñados en competir por precio es una forma muy “lineal” de ver las cosas cuando vivimos en un mundo exponencial en donde cerca del 70% del PIB global se encuentra en la MENTEFACTURA y no en la MANUFACTURA.

En este sentido, debemos replantearnos nuestro modelo de negocio, el mercado al que nos dirigimos y sobretodo, el valor agregado que le imprimimos a nuestros productos a través de la diferenciación y experiencia de usuario, y no solamente basados en buscar ser los más baratos.
Todo esto implica un cambio de paradigma sobre la forma en la que competiremos en las décadas subsecuentes, la forma en que deberemos hacerlo basándonos en la competitividad y valor agregado, hay que dejar de empeñarnos en seguir ofertando “mano de obra barata” y productos con muy bajo valor agregado.

3) “NUNCA MIDAS LA PROFUNDIDAD DEL RÍO CON LOS DOS PIES A DENTRO”, Warren Buffett. La identificación de nuevos nichos de mercado, así como de nuevos destinos de exportación tales como China, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Japón o la Unión Europea, representan un potencial enorme de crecimiento para una oferta exportable basada en DIFERENCIACIÓN y no meramente en PRECIO; es indudable que en EE UU tenemos un mercado potencial enorme aún por conquistar, pero a la par, deberemos ser capaces de llegar a nuevos mercados de alto valor como los previamente descritos.

Si bien es cierto que las estrategias antes sugeridas, no son todas estas mismas sencillas de implementar en el corto plazo; también es cierto que la competitividad no puede delegarse ni dilatarse más, y por ende, el hacer lo estratégicamente correcto y no solamente lo inmediatamente rentable marcará una pauta en la manera en que México y nuestra oferta exportable competirá en los próximos años más allá de las políticas que se generen en otros países.

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