ONU envía representante a México para estudiar calidad del agua; Guanajuato está en la lista

Redacción

newssanmiguel@gmail.com

 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) envió a México un representante para estudiar un tema que todos los días crece en el país: la calidad del Agua.

Ante la creciente crisis y conflictos sobre el agua en todo el territorio nacional, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, envió a México a Leo Heller, Relator especial sobre Agua Potable y Saneamiento, quien se encuentra actualmente en nuestro país para elaborar un informe exhaustivo al respecto.

Los numerosos hechos denunciados sobre la calidad de la Cuenca del Alto Río Laja o de la Independencia,  formulado por la Hermandad de la Cuenca, colectivo que agrupa a organizaciones, académicos, productores y ambientalistas del norte de Guanajuato, entre los que se encuentra El Charco del Ingenio, quienes han contactado expertos para estudiar la calidad del agua que consumen los guanajuatenses.

La prolongada y masiva extracción del agua subterránea, a partir de un modelo privatizador orientado sobre todo a la agroexportación, ha provocado en unas cuantas décadas el severo abatimiento del nivel freático, impidiendo la recarga natural del acuífero.

La profundidad de la extracción ha alcanzado estratos con sustancias fósiles, provocando la presencia en el agua de minerales probadamente dañinos para la salud humana, tales como fluoruro y arsénico, en muchos pozos por arriba de los límites de la norma oficial mexicana de potabilidad del agua.

Ante este panorama tan alarmante –el cual ha sido documentado por reiteradas investigaciones científicas– resulta frustrante que las autoridades competentes tanto de la gestión del agua como de los sectores agropecuario y de salud, practiquen de manera sistemática la negación y el ocultamiento de una crisis cuyos efectos son ya devastadores, sobre todo en la población infantil de comunidades rurales.

Esperamos que a partir de la visita del Relator sobre Agua Potable y Saneamiento de la ONU y las recomendaciones que emita, incidan para que las autoridades instrumenten políticas públicas que regulen la extracción indiscriminada del agua subterránea, única posibilidad para lograr la recarga paulatina del acuífero y para librarlo de los minerales de origen fósil que afectan ya gravemente la salud de la población de la cuenca.

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