Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- Cinco días antes de dejar su silla, los integrantes del Cabildo sanmiguelense levantaron la mano para dar permiso para que una casa decretada como monumento histórico de San Miguel de Allende por parte del Gobierno Federal, la convirtieran en restaurante-bar.
El pasado Ayuntamiento, en el que repitieron los panistas Luz María Gutiérrez, Pável Hernández y Patricia del Carmen Villa, antes de irse realizaron una última sesión de Cabildo para levantar la mano a favor de que la Impulsora Turística LUVA S.A. de C.V. cambiara el giro de esa casa habitación (e histórica), para convertirla en negocio, según consta en el acta emitida el 8 de octubre del 2018.
La casa pertenecía a una familia y que se encuentra en la lista de Monumentos de la Nación, ya no tiene su patio central, su huerto ue modificado y los muros derribados para unir lo que un día fueron las habitaciones.
David Jiménez Guillén, del INAH en Guanajuato y De Francisco García Chávez, del Patrimonio en San Miguel de Allende, permitieron el cambio y los ruidos que hace más un año permanecen en la casa que parece aceleró el trabajo en estos tiempos de Coronavirus, para trabajar mientras «nadie los ve».
–«Dicen que es más fácil pedir perdón que permiso», respondió un trabajador al cuestionarle porqué trabajaban tan noche y en tiempos del Covid.
LA HISTORIA DE LA CASA:
A través de diversos escritos, vecinos de la calle Hernández Macías en el centro histórico de San Miguel de Allende, denunciaron la destrucción y modificación de un inmueble que resguardaba vestigios del siglo XVII y que se encuentra dentro de la zona declarada patrimonio de la Humanidad y la zona de monumentos del país.
Las denuncias de los vecinos describen cómo desde el año pasado, con permiso de David Jiménez Guillén, titular del Centro Guanajuato del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Dirección de Patrimonio de San Miguel de Allende otorgó el permiso para modificar el inmueble que además perteneció al doctor Ignacio Hernández Macías, jefe político de la ciudad a quien se le adjudica la fundación del Parque Juárez y por el que la calle lleva su nombre.
Los permisos y cartas
Desde entonces el ruido, los camiones de carga, la entrada constante de trabajadores, el ruido de derrumbes, de perforadoras, de martillazos y demás comenzaron mientras en toda la ciudad a “veda” estaba vigente.
Ante los ruidos y molestias provocadas hasta hora, los vecinos escribieron a Derechos Humanos del Estado para decirles que en la finca de la calle Hernández Macías en San Miguel de Allende, estaban por robarles la poca tranquilidad que les quedaba.
La denuncia fue extendida a David Jiménez Guillén, titular del Centro INAH en Guanajuato, que el 16 de enero del 2020 responde a los vecinos a través de un oficio en el que confirma que “no es la primera vez” que cambian esa casa por lo que confirma que él permitió que la modificación.
AQUÍ TE DEJAMOS LA HISTORIA.
