Redacción
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IRAPUATO.- Para el obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, «la sangre de un hermano nunca puede quedar en el silencio ni el olvido, clama justicia ante Dios.
«No podemos acostumbrarnos al crimen y a la violencia y pasar indiferentes ante la muerte», indicó a través de un comunicado al manifestar su pesar y reproche por los hechos ocurridos la tarde de ete miércoles enuno de los anexos de Irapuato, en el que de manera inmediata murieron 24 personas y otras 2 fallecieron mientras eran atendidos en el hospital, elevando la cifra a 26.
Dicen que es obligación de Estado, hacer efectiva la justicia que implica la seguridad de los ciudadanos, el castigo a los culpables de la violencia y del crimen organizado, sin hacer excepciones en la aplicación del Estado de Derecho. Corrupción e impunidad son un binomio que caminan de la mano, y que nos siguendesafiando en México”.
La masacre puso de nuevo a Guanajuato en los ojos del mundo.
En el comunicado enviado a los medios de comunciación, Monseñor Díaz dijo que sacerdotes y toda la familia cristiana, lamentan y reprueban «de manera tajante» los hechos violentos acontecidos la tarde de este miércoles 1 de junio contra las personas albergadas en un centro de rehabilitación en la ciudad de Irapuato donde además hay 7 lesionados.
«Manifestamos nuestra cercanía y solidaridad como Iglesia Católica de Irapuato, tanto a las víctimas como a sus familias. Oramos por quienes perdieron la vida y pedimos la pronta recuperación de los heridos. Hacemos patente nuestra disponibilidad para compartirles el consuelo de Dios, con el que nosotros mismos somos consolados.
«La sangre de un hermano nunca puede quedar en el silencio ni el olvido, clama justicia ante Dios. No podemos acostumbrarnos al crimen y a la violencia y pasar indiferentes ante la muerte»
Enrique Díaz Díaz, Obispo de Irapuato
Los Obispos de México nos recuerdan que: “Es obligación del Estado hacer efectiva la justicia que implica la seguridad de los ciudadanos, el castigo a los culpables de la violencia y del crimen organizado, sin hacer excepciones en la aplicación del Estado de Derecho. Corrupción e impunidad son un binomio que caminan de la mano, y que nos siguendesafiando en México”. Es obligación también de cada cristiano construir cimientos para la paz y el respeto de la vida.
«Elevamos nuestra oración al Señor, Dios de la Paz, para que, con la atinada coordinación de nuestras autoridades y la responsabilidad de todos los ciudadanos, luchemos juntos para erradicar todo tipo de violencia contra cualquier persona, la cual se ha visto incrementada en los últimos días no sólo en nuestro estado, sino en todo el país.
«Con la fuerza del Resucitado es posible vencer la muerte, la corrupción y la indiferencia. Con Cristo podremos construir una nueva ciudad.
«Que Nuestra Señora de la Soledad, Patrona de Irapuato, nos dé el consuelo y la fuerza de su Hijo Jesucristo.
ESTE ES EL MENSAJE DEL ARZOBISPO DE LEÓN, DON ALFONSO CORTÉS.