Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE .- En un ambiente tenso y cargado de incertidumbre, la audiencia de desobediencia en contra del alcalde de San Miguel de Allende, Mauricio Trejo Pureco, el director de tránsito, Jorge Salas Luna, y el exdirector de Seguridad, Gabriel Yáñez, fue pospuesta para el 23 de agosto del 2024 a las 12:00 del mediodía.
Este caso, que data desde 2022, ha estado lleno de intentos de eludir responsabilidades, pero sigue avanzando debido a la gravedad de las acusaciones.
Este trío ha sido acusado de un reiterado desacato a una orden de un juez de amparo, un tema que hoy los sentó en el banquillo de los acusados.
Gabriel Yáñez, el Secretario de Seguridad que renunció al cargo por supuesta “enfermedad”, aunque se sabe que fue por no soportar la presión que ejercía Trejo Pureco, enfrenta cargos por omisión en su cargo y permisiones de violentar la ley y el abuso de poder de sus subordinados (como Salas), así como las peticiones del juez.
Jorge Salas es señalado como el ejecutor de las órdenes de Trejo para obstaculizar a las unidades prestadoras de servicios (los tranvías).
También, destaca la ampliación de la banqueta en la calle Juárez, una obra que violó la Ley Federal de Protección de Monumentos y Centros Históricos y que fue llevada a cabo por la entonces directora de Obras y hoy regidora del PRI, María Elena Vázquez.
Y Mauricio Trejo por ser el que ordenaba.
La audiencia, que estaba programada para las 10:15 de la mañana, se retrasó casi una hora y finalmente duró apenas 20 minutos.
Durante este tiempo, los abogados de los acusados intentaron ganar tiempo, destacando la aparición del abogado de Jorge Salas, un hombre llamado José Jesús Valle Ortiz. Salas, quien había estado “desaparecido” en la Dirección de Tránsito, fue notificado hasta su domicilio particular del Ejido de Tirado.
En la audiencia, Valle Ortiz solicitó tiempo para estudiar la carpeta del caso, lo que llevó a la reprogramación.
En la sala 4, los tres imputados llegaron acompañados de sus abogados, con seis personas en el banquillo de los acusados.
Destacó la presencia de Paulino Lorea, un decano abogado leonés, que observaba la audiencia desde atrás, sentado en una silla azul.
Los ánimos en la sala eran palpables; el alcalde Trejo se mostró visiblemente molesto al escuchar que la audiencia no sería en un mes como lo solicitó, sino en 10 días, tiempo suficiente para que el abogado de Salas reciba copias del expediente en tres días y preparar su defensa antes de la audiencia del 23 de agosto.
Sin embargo, fue Jorge Salas fue quien mostró mayor nerviosismo y en ocasiones sudoroso, con la voz entrecortada al responder al fiscal, diciendo «sí señor» en lugar de «sí señoría», en contraste con los demás imputados y sus abogados.
Al término de la breve audiencia, los acusados y sus defensores abandonaron el lugar sin hacer declaraciones, dejando un aire de tensión y expectativa sobre lo que ocurrirá en los próximos 10 días.
La siguiente audiencia promete ser crucial en este largo proceso judicial que sigue generando polémica y expectativa en la ciudad.
