Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- ¿Quién dijo que disfrutar de la naturaleza es gratis?
Al menos en la comunidad de Banda, en San Miguel de Allende, la delegada Cristina Ramírez García parece haber encontrado la fórmula mágica para convertir una visita a la presa en una experiencia casi tan costosa como una cena en el centro. Y todo, claro, con el respaldo de la «ley»… o algo parecido.
Cristina, fiel representante del PRI, mejor conocida por los lugareños como «la delegada del alcalde Mauricio Trejo«, no ha dejado pasar la oportunidad de ponerle precio hasta al aire libre. Porque si algo aprendió del «buen político» es que donde hay espacio, hay negocio.
Y su nuevo proyecto es nada menos que cobrar por el simple hecho de visitar una presa en zona federal. Sí, leíste bien, ¡la naturaleza ahora tiene tarifa!, al menos para doña Cristina y sus aliadas.
El pasado fin de semana, un grupo de paseantes en Banda compartió su experiencia: “Imaginen nuestra sorpresa cuando llegamos a la presa, ese lugar tan bonito que todos amamos, y nos encontramos con un comité de señoras más organizadas que los de la mafia del estacionamiento en un concierto. Nos cobraron 200 pesos por auto y 50 por moto, ¡como si la naturaleza tuviera su propio cajero automático! Nos dijeron que si volvíamos al día siguiente, ya serían 200 pesos por todo, ¡oferta del día!».
No es la primera vez que doña Cristina aparece con promesas que luego se disuelven como la espuma.
Durante las elecciones y la campaña, era la reina de las despensas, prometiendo ayudas “para siempre”. Pero claro, ese «para siempre» duró lo mismo que la campaña electoral. Ahora, en lugar de despensas, ofrece cuotas de entrada a zonas federales. Todo muy conveniente.
El descaro es tal, que Cristina, con la frente en alto, afirma que sus acciones tienen el visto bueno de la presidencia municipal.
Así que, queridos lectores, si están planeando una escapada a la presa de Banda, vayan preparando esos 200 pesos… No vaya a ser que, además de disfrutar del aire fresco, las doñitas aliadas de Doña Cristina también les cobren por respirar.
