Juan Manuel Ramírez Gutiérrez anuncia huelga de hambre por discriminación en San Miguel de Allende

Redacción

newssanmiguel@gmail.com

 

SAN MIGUEL DE ALLENDE.-  Juan Manuel Ramírez Gutiérrez, quien se identifica como “Gil-Mesh hijo de Nak, la serpiente”, ha decidido iniciar una huelga de hambre en el corazón de la ciudad, en la plaza principal frente a la Parroquia, como una protesta contra lo que denuncia es un caso de discriminación.

Exsoldado de la SEDENA, exagente ministerial y guardia de seguridad, asegura que ha sido rechazado una y otra vez en su búsqueda de empleo, debido a su apariencia. Juan Manuel lleva tatuada su cara, un detalle que, según él, ha provocado que no le ofrezcan trabajo en ninguna empresa ni institución, dejándolo en una situación de indigencia.

Con una trayectoria de más de 24 años en seguridad, Juan Manuel relata que su decisión de tatuarse el rostro fue un acto personal y artístico. Sin embargo, esta elección le costó el trabajo.

“Laboraba en una empresa de seguridad privada y pregunté si podía hacerme un tatuaje. Me dijeron que no había problema, el encargado estaba tatuado y me mostró sus brazos. Decidí hacerlo en el rostro porque considero que el tatuaje es arte”, explica.

Pero apenas comenzó el proceso, su situación laboral cambió.

“El maestro tatuador empezó por la parte posterior de mi cráneo, y en menos de dos días fui despedido. Me dijeron que era inepto, pero tengo más de 24 años de experiencia en seguridad, con 9 años en la SEDENA, 3 años en la policía judicial y 13 años en la policía municipal”, afirma con incredulidad. Desde entonces, su vida ha dado un giro drástico.

Juan Manuel ha tocado puertas en bares, fábricas, centros comerciales, siempre obteniendo la misma respuesta:

“Deje su solicitud y le llamamos”, pero nunca lo hacen. A medida que los rechazos se acumulaban, su situación se agravaba. Perdió el terreno donde vivía por falta de pago y, tras ser desalojado de su hogar rentado, terminó durmiendo en la central camionera o en donde pudiera encontrar refugio. Ahora, sobrevive con las sobras que le ofrecen algunos transeúntes y las pocas monedas que recibe de quienes le piden una foto.

 

Su intento de buscar apoyo en la presidencia municipal fue igual de desalentador.

“Fui a preguntar por el presidente municipal para exponer mi situación, pero en cuanto me acerqué a recursos humanos, antes de que pudiera decir algo, me dijeron que no estaban recibiendo solicitudes de empleo por cambio de administración, aunque en la publicidad solicitaban personal. Un licenciado me atendió y me dijo que yo había decidido tatuarme y que era mi problema”, cuenta con resignación.

Juan Manuel ha decidido que la única salida es hacer visible su lucha.

Hoy a las 2:00 de la tarde, iniciaré una huelga de hambre. Me están matando de hambre por falta de empleo. La discriminación es un reflejo de odio, y el odio no es la ausencia de amor, sino la falta de inteligencia. No pido más que un trabajo digno para poder vivir. Y terminaré la huelga en cuanto consiga un empleo”, afirma con determinación.

A pesar de la imagen cosmopolita y abierta de San Miguel de Allende, ciudad patrimonio y destino de turistas de todo el mundo, Juan Manuel siente que ha sido víctima de prejuicios basados en su apariencia, lo que ha llevado su vida al límite.

Con su huelga de hambre, busca no solo un empleo, sino también visibilizar una problemática que afecta a muchas personas: la discriminación por motivos de imagen y el derecho a vivir con dignidad.

 

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