Redacción
newssanmiguel@gmail.com
SAN MIGUEL DE ALLENDE.- Los visitantes del panteón Luz Eterna, ubicado en la colonia Jardines de San Miguel de Allende, se encuentran más que sorprendidos por lo que parece ser un caso de privilegios fuera de control.
Al parecer, el vendedor de flores que se instala afuera del cementerio ha decidido que la calle también es suya, ocupando no solo uno, ni dos, ni tres, sino cinco cajones de estacionamiento destinados a quienes van a visitar a sus seres queridos. Y claro, no contento con eso, incluso se da el lujo de bloquear la entrada principal con su camioneta-florería.
Los visitantes han tenido que enfrentarse a una situación que mezcla caos y, según ellos, flores que se secan más rápido que las promesas de los políticos en campaña. La culpa, dicen, debe ser del calor.
Pero lo más curioso no es la calidad de las flores, sino la actitud de este emprendedor florero que, cuando se le reclama por la evidente invasión de espacio público, responde con total tranquilidad que es «la de los Servicios Públicos ( Laura Adriana Flores Méndez), quien le otorga este «derecho».
¿Será que la señora Laura está manejando «permisos exclusivos»? Porque resulta que no solo lo deja ocupar los estacionamientos, sino que también, según dicen, toma decisiones que deberían ser exclusivas de la dirección de Tránsito. ¡Qué versatilidad la de esta funcionaria!
EL CONTEXTO DE LAURA
Y es que la historia de Laura Adriana Flores es digna de mención. Llegó a su cargo tras el despido del director anterior (al parecer las sillas giratorias están de moda en el ayuntamiento). En sus manos recae el alumbrado, los panteones, la basura, la limpieza de las calles y la Fiscalización y mercados.
Un ascenso digno de aplausos…
Pero la controversia no acaba ahí. Se rumorea que varios empleados fueron despedidos por la señora Laura Flores después de las elecciones, con la excusa de que «no había dinero» porque después del proceso electoral, el gobierno encabezado por Mauricio Trejo, pareciera que ¡SE QUEDÓ SIN DINERO!, pues:
- los mismos proveedores no reciben pagos
- los empleados municipales de varias dependencias fueron despedidos para aminorar la nómina porque ellos fueron los que pagaron los platos rotos tras una eleccion
- Los programas fueron suspendidos
- las despensas ya no se dan
- las becas tampoco
- los tinacos quedaron en el limbo
- los materiales para construcción IDEM, es decir, igual.
La verdad es que los visitantes del panteón Luz Eterna no entienden cómo es que este vendedor de flores ha logrado tal poder. ¿Será por la señora de los Servicios Públicos? ¿O simplemente tiene la habilidad de hacer florecer los favores en lugar de las flores?
Lo que queda claro es que, mientras tanto, los dolientes tendrán que seguir buscando dónde estacionarse, y los que reclaman por la obstrucción de la entrada, bueno, parece que van a tener que hacerse amigos de ya saben quién, si es que quieren alguna solución.
¿La moraleja? Mejor ir a comprar flores a otro lado, porque en este caso, parece que el único negocio floreciente en el lugar, es el del privilegio.