Las remesas son un pilar fundamental de la economía mexicana, y su posible imposición de un impuesto del 5% por parte de Estados Unidos ha desatado una nueva controversia entre ambos países. Esta medida, que busca gravar las transferencias de dinero enviadas desde EE. UU. a México, podría impactar a más de 40 millones de personas, generando un efecto multiplicador en la economía mexicana.
El impacto económico del impuesto sobre remesas
La reciente propuesta del comité de la Cámara de Representantes estadounidense tiene una amplia implicación para la economía mexicana. En caso de ser aprobada, se estima que el gravamen podría ocasionar pérdidas de al menos 3.250 millones de dólares anualmente, afectando directamente los ingresos de miles de familias mexicanas que dependen de este apoyo financiero.
Consecuencias para los migrantes y sus familias
Este nuevo impuesto no solo afectaría a los ciudadanos estadounidenses, quienes quedarían exentos, sino que recaería sobre los titulares de permisos de residencia y visas de no inmigrantes. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha calificado esta iniciativa como inaceptable, argumentando que constituiría un doble tributo, ya que muchos migrantes ya contribuyen fiscalmente en EE. UU. Durante una reciente conferencia de prensa, enfatizó que esta medida es inconstitucional en el contexto estadounidense.
Desayuno» la evolución de las remesas en México
En 2024, las remesas alcanzaron un nuevo récord de 64.745 millones de dólares, consolidándose como una fuente de ingreso crucial para las familias, especialmente en áreas rurales y marginadas del país. Este 2025, la tendencia parece mantenerse; en los primeros meses del año, se han enviado alrededor de 14.269 millones de dólares. Este flujo de capital supera a otros sectores clave de la economía, tales como la inversión extranjera directa o las exportaciones de petróleo.
Cambio en la forma de enviar remesas
Si la propuesta avanzara, migrantes mexicanos podrían verse obligados a buscar alternativas informales para enviar dinero a sus seres queridos. Plataformas como Western Union, MoneyGram y otros servicios de transferencia como Remitly, Xoom y TransferWise podrían experimentar un cambio significativo en sus operaciones. Esta nueva dinámica podría forzar a los migrantes a utilizar canales menos seguros, poniendo en riesgo las transferencias y la seguridad financiera de sus familias.
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Perspectivas de futuro y el bienestar social
El impacto del impuesto del 5% podría ser devastador, no solo a nivel financiero, sino también social. Estudios indican que un porcentaje significativo de las remesas es utilizado para gastos de salud, educación y subsistencia. Por lo tanto, un descenso en estas transferencias podría afectar el bienestar de las familias más vulnerables en México. Banamex ha señalado que este gravamen podría traducirse en una reducción a 0,1% del PIB, algo que podría acentuar la crisis económica existente.
Movimientos en respuesta a la propuesta
La Cámara de Diputados en México ha hecho un llamado al Senado estadounidense para abordar esta problemática. Históricamente, las remesas han servido como un balón de oxígeno para la economía mexicana, y está claro que el nuevo gravamen podría interrumpir ese soporte vital. En el contexto actual, donde las tensiones han aumentado, es importante observar cómo esta situación evolucionará y qué medidas se tomarán como respuesta en ambos lados de la frontera, incluyendo la potencial intervención del gobierno mexicano y la movilización de la comunidad migrante.
