El mundo del cine siempre está plagado de decisiones difíciles y oportunidades perdidas. Recientemente, Channing Tatum compartió una de sus experiencias más reveladoras, confesando que rechazar la posibilidad de trabajar con el aclamado director Guillermo del Toro es su mayor arrepentimiento profesional. En una entrevista sincera, Tatum reflejó sobre cómo una propuesta para interpretar a la Bestia en una versión única de «La Bella y la Bestia» se desvaneció, dejando un eco de «qué hubiera pasado si…» que resuena en el fondo de su carrera.
El arrepentimiento de Channing Tatum sobre Guillermo del Toro
Tatum compartió cómo la llegada de su paternidad jugó un papel crucial en su decisión. Convertirse en padre lo llevó a replantearse su disponibilidad y su capacidad para asumir el papel de un personaje tan exigente como la Bestia. Explicó que, aunque siempre admiró a Guillermo del Toro y soñó con la posibilidad de trabajar a su lado, la realidad de ser un nuevo papá y el cansancio tras un rodaje previo lo llevaron a declinar la oferta.
Una colaboración perdida
La película, que nunca llegó a realizarse, se percibía como algo excepcional. Tatum reconoció que, en ese momento, dejó que sus circunstancias personales opacaran una oportunidad que pudo haber sido transformadora. “Soy el mayor fan de Guillermo del Toro que existe. Creo que ver a Guillermo haciendo «La Bella y la Bestia» habría sido la película más impresionante de todas”, comentó, dejando entrever el peso de su decisión.
A pesar de que la producción finalmente no avanzó, el actor mantiene la esperanza de que un día sus caminos se crucen. “Él tiene miles de proyectos en mente. Es un creador incansable”, dijo, mostrando su admiración y el anhelo de colaborar en el futuro con un director de tal magnitud en Hollywood.
Desafíos en la carrera de Tatum
Además de compartir su arrepentimiento, Channing Tatum ha estado comprometido recientemente con un papel que exigió transformaciones físicas drásticas. Para su interpretación de Jeffrey Manchester en «Roofman», el actor perdió más de 32 kilogramos, un cambio que lo llevó a reflexionar sobre las demandas extremas que a menudo se imponen en el mundo de Hollywood. “No haré más papeles que requieran subir o bajar tanto de peso. Es demasiado duro para el cuerpo y después resulta difícil recuperarse”, confesó.
Un impacto personal
La experiencia de pérdida de peso para el papel le enseñó mucho sobre sí mismo y el impacto emocional que una transformación física puede tener. Tatum mencionó que la tristeza del personaje se entrelazó con su bienestar personal, enfrentándose a desafíos tanto físicos como mentales. Estas vivencias reafirmaron su deseo de explorar proyectos que lo llenen no solo profesionalmente, sino también personalmente.
En el fondo, la historia de Tatum resuena con la de muchos actores en la industria, donde las decisiones pueden ser agridulces. Mientras se enfrenta a su arrepentimiento por haber dicho «no» a uno de los grandes, también avanza firme, buscando nuevas oportunidades y lecciones en su camino por el cine.
La salvedad aquí es recordar que el mundo del cine nunca se detiene, y cada decisión, ya sea un papel rechazado o un físico transformado, juega un papel fundamental en la narrativa de cada artista.
