Dos descubrimientos recientes han fascinado tanto a la comunidad investigadora como al público en general, situando a una provincia de Castilla y León como centro de atención en el ámbito del patrimonio histórico nacional. En un breve lapso, excavaciones urbanas y estudios arqueológicos han revelado restos que pueden reescribir parte del conocimiento sobre la historia de la región y su legado monumental.
Un aljibe oculto: un tesoro subterráneo en Zamora
En el corazón del casco histórico de Zamora, un aljibe excavado en roca ha sido descubierto durante las obras de una nueva calle, que une el Arco del Obispo con los jardines de Baltasar Lobo. Este depósito hidráulico, que se cree que contaba con una antigua cúpula abovedada, se encuentra en la parte trasera de la Catedral. La relevancia de este hallazgo radica en que ofrece una nueva perspectiva sobre las infraestructuras subterráneas de la catedral y su evolución a lo largo de los siglos.
El hallazgo ha suscitado un dilema para el Ayuntamiento y el Servicio de Patrimonio, quienes deben decidir si cubrir el aljibe con una capa de protección o dejarlo a la vista del público. Aunque el alcalde, Francisco Guarido, ha afirmado que las obras proseguirán, la decisión final dependerá de las directrices de Patrimonio. Este aljibe es un elemento crucial para entender el sistema de aqua Hispania que abastecía de agua a la población en épocas anteriores.
Una lápida funeraria romana que redefine la historia
Con una proximidad temporal de pocos días, la localidad de Fuente Encalada en Zamora se convirtió en el lugar de otro hallazgo significativo: una lápida funeraria romana que data entre el 27 a.C. y el 68 d.C. Este objeto pertenecía a un soldado de caballería del Ala Augusta, una unidad auxiliar del ejército romano. La inscripción en la lápida, estudiada por los investigadores Juan José Palao Vicente y Jorge Sánchez-Lafuente Pérez, identifica al fallecido como C(aius) Iulius […]mnus, un ciudadano romano. Esto contradice la creencia común de que las tropas auxiliares estaban compuestas únicamente por no ciudadanos.
El descubrimiento de esta lápida funeraria no solo permite conocer un epitafio de un soldado auxiliar con ciudadanía romana, sino que también ofrece un vistazo a la estructura militar de la época y a la temprana integración de ciudadanos en estos cuerpos. Estas revelaciones aportan una nueva dimensión a la manera en que se entiende la presencia romana en el noroeste de la península ibérica, reforzando la importancia de Zamora como un punto crítico para explorar la historia medieval y la memoria antigua.
Ambos hallazgos subrayan el potencial que tiene la provincia de Zamora no solo en términos de arqueología ibérica, sino también como una ruta para el turismo cultural y educativo, fomentando el interés por el patrimonio romano y las rutas de Roma. Los descubrimientos continúan siendo objeto de evaluación patrimonial y académica, consolidando a la región como un referente en el estudio de las diversas etapas históricas que han dado forma a su legado hispánico.








