Redacción
newssanmiguel@gmail.com
CELAYA.- Juan Carlos Padilla 54 años de edad y 30 años de vender tamales por las calles de El Barrio de la Resurrección. Era un comerciante de profesión.
El “ayúdenme” que Juan Carlos gritaba mientras tenía la rodilla del ministerial en su cuello es el “I can’t breathe“ de George Floyd gritaba al ser asfixiado en Estados Unidos.
Todos los días se levantaba a las 5:00 de la mañana para comenzar su jornada y salir a las calles para ofrecer el rico alimento mexicano con el que muchos hacían «su desayuno del día».
Su esposa Yolanda dijo a ÁgoraGTO que durante los muchos años de su profesión la gente ya lo conocía y agunos de sus clientes hasta sus amigos se volvieron.
Dijo que Juan Carlos no tomaba, no fumaba, se dedicaba a trabajar y del trabajo se iba de volada a su casa donde dormía todos los días temprano para al día siguiente comenzar una nueva jornada.
«Trabajamos como burros, nunca hemos tenido problemas con nadie», dijo Yolanda.
Un comerciante alegre, que sus clientes lo reconocían por su chiflido y las canciones que interpretaba en su recorrido al ofrecer los ricos tamalitos que todos los días preparaba al lado de Yolanda.
«Siempre tenía una palabra de esperanza para los que venían a pedirle un consejo, los ayudaba, nuca le negó nada a nadie. Él NO TENÍA DERECHO de morir así como lo mataron. No tenían derecho de quitarle la vida».
¿De qué lo acusaban y por qué querían detenerlo?
Nadie sabe y la Fiscalía de Guanajuato a cargo de Carlos Zamarripa tampoco lo ha dicho, sin embargo no te sorprendas si lo acusan de ladrón, de roba bancos, de escalar el Cerro del Cubilete sin protección, de matar al primo de un amigo de un pariente que nadie conoce, de matar a un perrito o subirse a una lancha y andar sin permiso pescando en la Presa Allende.
En Guanajuato, todo puede pasar.
Justo a las 9:22 de esta noche, la Fiscalía de Guanajuato sube un tuit en el que de maneera histórica, porque nunca antes lo había hecho, diciendo que ellos «no lo golpearon» y que fue él quien se resistió al arresto y hasta compartieron la ficha de la necropsia para si alguien más «lo quiere investigar.
