Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.– Hace casi 10 meses que dejaron de verse, como todos los días, en el aula de su salón. El Coronavirus convirtió la convivencia entre sus compañeros y maestros, a sólo una pantalla de computadora, teléfono o tablet.
A mediados de marzo, las autoridades escolares dijeron que ya no podían ir a la escuela… pensaron que era pasajero. Ese «tiempito» se convirtió ya en 10 meses, en que no se ven, que no juegan con su mejor amigo, que no patean el balón en el patio de la escuela, que no entran al aula que tiene ese olor peculiar a lapiz y torta que mamá prepara en casa.
Sin embargo esta tarde, dos maestros decidieron salir de la pantalla para ir a la casa de cada uno de sus alumnos… sí, de CADA UNO para llevarles su POSADA.
Y además de saludarlos y desearles felices fiestas, los saludaron.
Y tocaron en cada domicilio y cada uno de los niños salieron para recibir su aguinaldo y ver, después de 10 meses, a sus profes.
«Gracias a la maestra Alicia y al Profe Toño que se tomaron el tiempo para no dejar pasar desapercibido la posada de los alumnos de 6 B de la escuela Revolución.
«Pero más se agradece que se tomaron su tiempo para acudir hasta la casa de los niños y entregarles su regalo y por aprender, junto con los niños, una nueva forma de ir a la escuela. GRACIAS!», Mamá de una de las niñas, que dijo que luego de ver a sus profes, se puso a llorar de emoción