Un hallazgo reciente en el yacimiento de Atapuerca, al norte de España, podría revolucionar nuestra comprensión de la historia de la humanidad. Científicos españoles han identificado un fragmento facial de entre 1,1 y 1,4 millones de años, catalogado como el rostro más antiguo de Europa occidental. Este descubrimiento sitúa la presencia humana en el continente antes de las migraciones de los Homo antecessor, quienes datan de aproximadamente 860.000 años. El estudio, encabezado por el IPHES-CERCA y publicado en la revista ‘Nature’, profundiza en la evolución humana y abre nuevas preguntas sobre las primeras poblaciones que habitaron Europa.
Una pieza clave en la evolución humana
El fósil conocido como ‘Pink’, en referencia a la investigadora principal, la doctora Rosa Huguet, pertenece a una especie de homínido primitiva, relacionada con el Homo affinis erectus. Aún no se han establecido clasificaciones definitivas, lo que plantea la posibilidad de que se trate de una especie todavía no identificada. Xosé Pedro Rodríguez-Álvarez, coautor del estudio, enfatiza la importancia de estos restos para entender el proceso de evolución humana.
Un hallazgo significativo
Este descubrimiento en Atapuerca es el tercero en romper récords de antiguo humano en Europa. Los primeros fósiles hallados en la Gran Dolina pertenecen al Homo antecessor. Desde su descubrimiento en 1994, se desafiaron creencias sobre la antigüedad de los primeros humanos en Europa. En 2007, se encontró otro fósil en la Sima del Elefante, datando aproximadamente 1,2 millones de años, lo que sigue sumando evidencia sobre la diversidad de especies en el continente.
Las herramientas de la supervivencia
Además de los restos humanos, se han hallado herramientas de piedra que demuestran las capacidades de estas primeras poblaciones para sobrevivir. Marcas de corte en huesos de animales sugieren que estos humanos estaban cazando y procesando carne, lo que les permitía adaptarse con eficacia a su entorno. Los materiales de fabricación, como el cuarzo de sílex y la caliza, son locales, lo que indica una interacción directa con su ecosistema.
Atapuerca como Patrimonio de la Humanidad
Desde el año 2000, Atapuerca ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por contener una riqueza inigualable de restos humanos. Con un área relativamente pequeña, alberga fósiles que varían de 850.000 a más de 1.1 millones de años, consolidándose como un referente global en la investigación científica sobre la evolución humana. El Museo de la Evolución Humana, ubicado cerca de estos yacimientos, resalta la importancia de estos hallazgos en el entendimiento de nuestros antepasados.
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Futuras investigaciones
A medida que continúan las excavaciones en Atapuerca, se espera obtener nuevos datos que profundicen nuestra comprensión de las oleadas migratorias y diversidad en las poblaciones humanas. La posibilidad de establecer una nueva especie dependerá de hallazgos futuros, reforzando el interés científico en este fascinante yacimiento histórico.