Redacción
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PARA SABER. – El cáncer de mama representa una amenaza creciente vinculada a la genética, a la falta de información, a la detección tardía y estilos de vida poco saludables, que incluyen una dieta alta en grasas y carbohidratos. La falta de actividad física y sobrepeso son algunos otros factores que aumentan el riesgo. Su impacto es considerable, afectando emocional, social y económicamente tanto a las pacientes como a sus familias y al sistema de salud, especialmente cuando se diagnostica en etapas avanzadas.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el riesgo de padecer este tipo de cáncer se incrementa con la edad, debido a la acumulación de factores de riesgo y al deterioro de los mecanismos de reparación celular. De acuerdo con el INEGI, en 2021, de las muertes registradas por cáncer en México, 7,973 fueron a causa del cáncer de mama, y de éstas, 7,925 (99.4%) fueron mujeres. La tasa más alta de mortalidad se observó en mujeres mayores de 60 años.
Nayeli Ignorosa Camps, Directora de Recursos Humanos de Lyncott, destaca que “Las empresas en México somos conscientes del impacto significativo que el cáncer de mama tiene en la vida de nuestras colaboradoras y sus familias. Por eso, es importante que invirtamos en la salud y prevención, ofreciendo servicios médicos de calidad y acciones que fomenten la salud».
Respecto al número de sobrevivientes víctimas de esta patología, no existen estadísticas oficiales y precisas en México que cuantifiquen su número, pero se tienen muy claros los desafíos secundarios que implica superar esta enfermedad, tales como los evidentes cambios físicos, las afecciones psicológicas y la discriminación a la que se pueden exponer al reintegrase al mundo laboral.
«Como empresas, debemos entender las dificultades que conlleva superar esta enfermedad, como el miedo a la recaída, el estrés emocional, los cambios físicos o el posible rechazo laboral y social. Fomentar campañas de comunicación que hablen sobre el autocuidado, la detección temprana y la prevención, así como invitar a las y los colaboradores a unirse a las jornadas de salud que se generan en sinergia con organizaciones, gobierno y empresas.” añade Nayeli Ignorosa.
“En Lyncott estamos comprometidos a abordar la importancia de la reincorporación laboral de sobrevivientes de cáncer de mama. Somos conscientes del devastador impacto que puede tener la discriminación laboral en los sobrevivientes y sus familias, tanto económica como psicológicamente», subraya la directiva.
Este año, la empresa mexicana de derivados lácteos, se sumó a esta causa brindando apoyo psicológico a colaboradoras y sus familiares que son impactadas o son sobrevivientes al cáncer de mama. Realizando campañas internas de concientización, autocuidado y detección temprana, además de fortalecer lazos con la comunidad con la donación de libros, en apoyo a mujeres que están enfrentando esta terrible enfermedad.
En México, cada vez son más las empresas que a lo largo de los años se han sumado a la lucha contra el cáncer de mama, ya sea a través de sus propias fundaciones, o bien apoyando o colaborando con otras entidades que dedican sus esfuerzos a esta lucha. Actualmente, Procter & Gamble, Grupo Bimbo, Coca-Cola y Telmex encabezan la lista de empresas que realiza actividades como campañas de información y concientización, así como donaciones de recursos económicos, productos y servicios para apoyar a la investigación y la capacitación de personal.
Hoy en día, las empresas valoran más la necesidad de promover, prevenir, detectar y dar seguimiento a este problema. El compromiso de educar y apoyar a la sociedad en la prevención del cáncer de mama ha trascendido los límites del hogar y ahora también involucra a las compañías, quienes están tomando un rol más activo en este importante problema de salud.