Consejos para Golfistas

Marian Ruiz

Dado que el golf es un deporte en constante crecimiento, las ciencias del ejercicio ofrecen cada vez más atención no solo al desarrollo de este deporte, sino también al entrenamiento y nutrición de sus participantes de cualquier nivel. Un entrenamiento personalizado para un golfista debe incluir tres elementos principales, que le asegurarán el que mejore su eficiencia en distancia, trayectoria y dirección al momento de pegarle a la bola, así como reducir el riesgo de lesiones.

a. Análisis músculo-esquelético

Es una evaluación de los rangos de movimiento en las principales articulaciones activas en el golf, entre ellas rotación apropiada de cuello (80° a cada lado), rotación pélvica, flexión cervical y torácica sin exceso, rotación de los hombros, aducción horizontal del brazo (130° para hombres y 155° para mujeres). También se debe evaluar fuerza en la mano y el antebrazo y flexibilidad en la muñeca. Otras pruebas pueden incluir tensión en los músculos femorales y pantorrillas, extensión de cadera y balance.

b. Programa individual de entrenamiento

El programa de entrenamiento debe basarse en los resultados del análisis anterior, y enfocarse en la fuerza muscular, principalmente de los abdominales y los músculos centrales del cuerpo, flexibilidad, velocidad neuromuscular y conocimiento posicional. También se pueden incluir acondicionamiento cardiovascular para tener mayor resistencia, ya que el deporte puede requerir caminar el recorrido de los 18 hoyos cargando la bolsa de los palos.

c. Rutinas de calentamiento dinámico

Un calentamiento dinámico debe incluir ejercicios que eleven el ritmo cardiaco y al mismo tiempo trabajen los músculos aductores y abductores de la cadera, los cuadriceps y femorales, flexores de la espalda y los músculos de extensión y flexión de los hombros.

Es importante conocer también las regiones y causas más comunes de lesiones en el golf. El swing moderno al que muchos golfistas aspiran involucra ciertos movimientos en hombros y cadera que requieren tanto estabilidad como movilidad, y resultan en mayor riesgo de lesión.

Las lesiones más comunes en golf son micro traumas, causados por mala mecánica en jugadores recreativos, o por sobre uso en jugadores de mayor nivel. Las zonas de lesión más comunes en jugadores recreativos son la espalda baja, el codo, la muñeca, el hombro y la rodilla.

Un programa balanceado de entrenamiento y nutrición, acompañado por un entendimiento de la mecánica correcta del swing tanto para obtener mayor potencia como para evitar lesiones, son puntos básicos para mejorar el desempeño del golfista.

Previous Post
Next Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *