Crónica de la Peregrinación del Señor de la Columna a San Miguel de Allende

Redacción

Crónica Por Jorge Olalde

SAN MIGUEL DE ALLENDE. – Comentar sobre la traida del Señor de la Columna del Santuario de Atotonilco (Patrimonio Cultural de la Humanidad) a San Miguel de Allende, en principio es hablar del trayecto de doce kilómetros entre un lugar y otro, sin embargo la distancia no encierra la relevancia del evento mismo. Va mas allá, engloba la fe religiosa de los miles de asistentes a trascendental evento, que anuncia que nos encontramos en el quinto domingo de la Cuaresma, preparándonos para la Semana Santa.
 
De diversos rincones de nuestro país, extranjero y más de la localidad, coinciden las voluntades para participar en este emotivo evento movidos únicamente por la fe de los involucrados, cumpliendo la «manda» de por medio o por el gusto de acompañar en el transito terrestre de Atotonilco a San Miguel a las imágenes del Señor de la Columna, San Juan Bautista y a la Virgen de Dolores, por lo que refieren que no se ha perdido esta costumbre que se ha realizado año tras año desde 1823. Abarcando su bicentenario de la primera ocasión, de ahí lo relevante en este 2023.
 
La imagen de madera policromada, en donde la flagelación es visible en todo momento fue edificada por el padre Remigio Ángel González, que en su momento fungía como Capellán del Santuario de Atotonilco. La peculiar escultura muestra la expresión del castigo, de aflixion de que ha sido objeto, observando el apoyo de sus brazos en una especie de columna, con partes del cuerpo cubierto de sangre, con esa mirada que refleja el sufrimiento del trágico momento en que se encuentra; de ahí que su vestimenta se concentre en el cedal de terciopelo entorno a su cintura, soportado a la columna por una cuerda que emerge de su cuello.

Para ello, desde tempranas horas del quinto sábado de Cuaresma el Santuario de Atotonilco se viste de una actividad religiosa con los moradores locales y los cientos de participantes que paulatinamente se van incorporando al escenario del templo y su atrio, en donde la vendimia de articulos religiosos se encuentra a la mano, así como los antojitos mexicanos tradicionales se encuentran listos para su consumo.

Gran labor previamente han realizado con los preparativos todas aquellas personas que integran La Hermandad del Señor de la Columna, Patronato o cofradía como se le denomina en otros lugares, (personas que únicamente les mueve la voluntad de participar al margen de factores económicos) integrando a la comunidad participante en la logistica del evento, en su planeación y en su desarrollo; motivo por el cual previa la media noche las imágenes se encuentran postradas para el inicio del ritual que implica el traslado que por kilómetros a buen resguardo transitaran sobre los hombros de mujeres y hombres que con la voluntad de por medio disponen para «cargar» en relevos al Señor de la Columna y demás imágenes.

De consideración son las actividades y rituales que implica el cubrir a las imágenes que en horas posteriores elevaran su tránsito por la terracería y el asfalto que separa al Santuario de Atotonilco de San Miguel de Allende, ya que la disposición de proporcionar tanto mascadas, pañoletas, chalinas, pañuelos, para cubrir las imágenes en un primer término, crea y enarbola la presencia en el culto que implica obtener el preciado trozo de tela que ha formado parte en la protección de las preciadas imágenes. Es así como se da inicio a la peregrinación de la traída del Señor de la Columna como es conocido, en donde en punto de las doce de la noche por esas calles de Dios inicia para avanzar en brigadas de voluntarios «cargadores», que soportan en sus hombros el peregrinar de los miles de metros que están por iniciar.

Importante resulta la parada que año tras año se realiza en La Cruz del Perdón, donde sirve de oración y descanso para sus participantes, es un alimento para el camino que avanza en su trayecto vertical que avizora la mancha urbana de San Miguel.
 
Así las cosas, el cansancio agobia a sus participantes, sin embargo están por llegar a la Avenida Independencia, amplia via de acceso que da paso a los más exquisitos tapetes de aserrin con imágenes religiosas, coloridas flores, palmas que integran sus ramas dando la bienvenida a tan excelsos visitantes, lugar de luces y sonidos, en donde los estruendosos cuetes anuncian la llegada a su destino. Es momento de acudir a la recepción del Señor de la Columna, por lo que miles de Sanmiguelenses ya están listos a temprana hora en su recepción, coincidiendo año tras año a tan emotivo evento.

Ha llegado el Señor de la Columna, la luz del día invade las avenidas y calles Sanmiguelenses, en donde el color y el olor de la manzanilla, el mastranto forman parte esencial del mismo; no cabe duda que tan apreciada presencia convoca el interés de personas por vivir, por conocer una de las máximas expresiones religiosas, en donde el cansancio se ha disipado, se ha concluido una promesa más, todo mundo se ha dado por satisfecho de nuevamente cumplida su misión; ahora nos toca visitarlo, venerarlo en el Templo de San Juan de Dios donde permanecerá hasta el miércoles de pascua, justo momento que emprenderá de nueva cuenta su retorno a la casa que lo albergara hasta el próximo año su Santuario de Atotonilco.

Jorge Olalde. jolalde@gmail.com
@jjorge.olalde

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