En un emocionante combate celebrado en Arabia Saudita, Jaime Munguía ha logrado redimirse de su única derrota anterior. El mexicano se impuso al francés Bruno Surace por decisión unánime, sumando así una nueva victoria a su récord y, en el proceso, le quitó el invicto al boxeador europeo. Con un desempeño sobresaliente, Munguía volvió a demostrar su talento en el ring al recibir las tarjetas de los jueces que reflejaban su superioridad: 117-111 en dos de ellas y 116-112 en la otra.
Un encuentro lleno de acción en el boxeo
Desde el primer campanazo, la tensión se palpaba en el aire. Ambos boxeadores iniciaron con una actitud agresiva, buscando tomar el control rápidamente. Surace, con su velocidad y potencia, fue el primero en conectar un golpe limpio. Sin embargo, Munguía respondió con firmeza, haciendo sentir su presencia en el ring con un gancho al hígado que frenó el avance del francés.
El cambio de ritmo en la pelea
Durante los primeros asaltos, Surace demostró una sorprendente competitividad. La claridad de sus movimientos y la agresividad de sus ataques parecían poner en aprietos a Munguía. Pero a partir del cuarto round, se observó un cambio significativo. El tijuanense comenzó a moverse con mayor agilidad, buscando ángulos estratégicos y lanzando combinaciones más efectivas. En el sexto asalto, una izquierda poderosa sacudió a Surace, marcando el inicio de un dominio que continuaría hasta el final.
Munguía demuestra su fuerza en el ring
A medida que la pelea avanzaba, el interés del público aumentaba. En el séptimo round, un inesperado uppercut de Surace hizo tambalear a Munguía, pero este logró recuperarse rápidamente. En los asaltos siguientes, la presión del mexicano se intensificó. Las puniciones continuas de Munguía, incluyendo ganchos al hígado y combinaciones al rostro, comenzaron a pasar factura a Surace, quien se vio obligado a abrazar para frenar el imponente ataque.
La estrategia final y la victoria asegurada
En el undécimo asalto, Surace trató de revertir la situación con un sólido golpe de derecha, pero las instrucciones de su entrenador eran claras: cerrar la pelea con fuerza. Consciente del tiempo y la energía que le quedaba, Munguía siguió presionando, asegurando su victoria con combinaciones precisas que dejaron al rival contra las cuerdas en el último round. A pesar del agotamiento, cerró de manera contundente, reflejando su dedicación y arduo entrenamiento.
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Implicaciones de la victoria de Munguía
Esta victoria no solo representa una gran revancha para Jaime Munguía, sino que también lo reafirma como uno de los principales contendientes en la categoría de las 168 libras. Con un récord ahora de 45-2-0, el tijuanense se posiciona favorablemente dentro de la competencia mundial, con nuevos objetivos que seguramente se presentan en su horizonte.