El fantástico y perturbador mundo de Louise Bourgeois llegó a México.

Rodolfo Pérez
r.perez@amsanmiguel.com

 

La exposición “Petite Maman” que muestra la última etapa del trabajo de la artista francesa Louise Bourgeois, una de las más emblemáticas representantes del arte contemporáneo, se exhibe en las cinco salas del Museo del Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México.

La exposición se compone de 75 piezas realizadas en diversos soportes y materiales, enfocadas en la relación de la artista con su madre, la mayoría con connotaciones emocionalmente muy agresivas y su incursión en el psicoanálisis, mismo que marcó el desarrollo de su obra a partir de los años cincuenta.

“Maman es una oda a mi madre. Fue mi compañera y mi mejor amiga. Era disciplinada, generosa y protectora, de ahí que la represente como una araña” decía Bourgeois refiréndose a la escultura monumental.

Bourgeois, quien fuera amiga de muchos de los grandes del siglo XX, desde Marcel Duchamp a Mark Rothko o John Cage, falleció en Nueva York a los 98 años de edad el 31 de Mayo de 2010. A pesar de haber querido tanto a su familia, Louise sentía que no había sido tan afectuosa como su madre. El abandono por parte de su padre cuando era una niña marcó gran parte de su obra y el simbolismo fue también una de sus constantes. De ahí que esta exposición se titule Petite Maman, la cual fue considerada por su autora como una expiación.

Bourgeois nació en París, Francia, un 25 de diciembre de 1911. Fue una reconocida escultora y artista naturalizada estadounidense en 1955. Sus padres eran restauradores de tapices, lo que, a decir de ella, no fue determinante en su carrera artística. Sin embargo, desde los diez años comenzó a ayudar a sus padres con dibujos en el oficio. Tras sus estudios de bachillerato decidió continuar su formación con geometría y matemáticas superiores en la Sorbona, en busca de encontrar orden y lógica en su vida. Tuvo una niñez turbulenta y poco común, pues descubrió que su niñera era la amante de su padre, volcándose frente a ello en admiración extraordinaria hacia su madre. En su honor decide hacer “Maman”, una escultura gigante de 10 metros de altura y que pesa más de 13 mil kilos, la cual lleva en su vientre varios huevos blancos hechos con mármol. Esta araña, que se encuentra en la explanada del Palacio de Bellas Artes no representa nada amenazador, por el contrario, su intención es mostrar a su madre como una mujer protectora y trabajadora, igual que una araña.

Además de Petite Maman, se exponen máscaras en tela, vestidos encerrados en celdas y fondos colgados de huesos, con los que la artista trataba el tema del dolor, buscando darle forma a la frustración y el sufrimiento. Poemas bordados entre los que destaca ‘I am Afraid’, óleos donde la mujer y el hogar se combinan como ‘Femme Maison’ y ‘Spider’ de 1997, otra araña gigante también en homenaje a su madre, donde la red aparece como una jaula. También se encuentran cuerpos y rostros en toalla, dibujos sobre lienzos y litografíasa a manera de bordados que sirvieron a la artista para analizar el papel de la mujer y la madre.

 

 

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