Leonardo Díaz: Los dibujos de una mente infinita

 

Con una presencia enorme en estatura e indivisible en cuanto a su propia proyección, Leo abre las puertas de su estudio para compartir sus trazos y las experiencias con sus óleos. “Como pintor soy autodidacta. No me gusta llamarme artista porque siento que la disciplina del arte es una rama muy profunda, pero como oficio sí me considero pintor”.

Su obra comprende principalmente figura humana como el eje central, como el primer plano, mezclándolo con ele- mentos orgánicos e industriales y el desarrollo de formas a partir de la improvisación. Leonardo gusta de lo que no es agradable y fácil sino más bien de lo que es más pensado y directo en cuanto a lo que su inconsciente dicte. “No estoy seguro de si es una simbología psicológica, pero me gusta manejar esa idea para acceder a esa parte de la mente que no queremos confrontar. Pero esto lo pienso mientras trazo, me creo esa historia, ese simbolismo de cierta manera terapéutico donde veo mis propios demonios mientras voy pintando”. Leonardo Díaz

Nacido en Querétaro, creció en Guadalajara para después moverse a San Miguel de Allende y Colima. Posteriormente estuvo diez años en la Ciudad de México, Cholula en Puebla y de nuevo en San Miguel pues, como él mismo refiere, aquí se ofrecen más espacios para crecer en este oficio. Esa colección de distancias y contextos significaron los cimientos de lo que posteriormente sería su habilidad con el uso de colores y la variedad de técnicas impresas en sus cuadros, siendo el dibujo, siempre recurrente en su camino, quien le guió hacia la toma de una importante  decisión.   “A  pesar  de mi gran  admiración por las matemáticas como rama filosófica y científica, me di cuenta  de  que  lo que siempre estuve  haciendo  fue pintar y dibujar. Ese  momento  de confrontación  me hizo  saber  que  la pintura es algo adherido a mi naturaleza”.

Leonardo Díaz se proyecta al óleo desde una parte muy infantil de su mente, de lo que ha seguido durante su pasado y el presente, de todos las situacio- nes visuales que le ha ofrecido el mundo, todo ello concentrado en sus pinturas. Algunos de sus escenarios refieren a la decadencia del mundo, la situación del género, pero eso viene después. “Primero se me ocurre visualmente algo que me agrada y conforme lo voy haciendo comprendo un poco el concepto que es involuntario en cierta medida”.

Su trayectoria le ha llevado a presentarse ya en diversas galerías entre México y los Estados Unidos. Abrió su carrera en Cholula, Puebla, en un taller de arte llamado La Perrera, donde se realizaban proyectos emergentes con artistas locales. Se mudó a la Ciudad de México dedicado solamente a producir obra. Ya en San Miguel presentó una exposición individual en un pequeño espacio de personas que apoyaban a alumnos del Instituto Allende consolidando de buena vez su andar artístico.

La galería OMO, ubicada en La Aurora, le acogió con una exposición individual llamada Radiography la cual fue muy bien recibida por el público. De ahí continuaron otros proyectos como Muros en Blanco en la colonia Guadalupe. Después vino el MexicArte Museum en Austin Texas, donde le contactó una persona que estaba reuniendo artistas de San Miguel para una exposición colectiva llamada Mix & Mash, donde todos los autores realizaban una pieza en madera del mismo tamaño para un acto de beneficencia para el mismo museo. Asimismo, expone actualmente en la Galería del Sol en Miami, propiedad de Edgar Pozo, más la expectativa de alguna presentación colectiva en un espacio llamado Anomalía en el Distrito Federal.

Tras todo esto, el distribuidor de arte Skot Foreman decidió llevar- le al Affordable Art Fair, donde segestó una gran complicidad entre Leo y el galerista, y una muy bue- na respuesta con la gente joven de la Ciudad de México. Ahora, en febrero, viene Zona MACO, donde Foreman está preparando una galería pop-up en la colonia Condesa, que no está dentro de las instalaciones de MACO pero cuenta con el sello de la feria. “Es una muy buena oportunidad pues la galería de Skot Foreman se ajusta muy bien a esa efervescencia cultural, a esa atmósfera avante- garde y alternativa de la Condesa y a Zona MACO”, comparte Leo Díaz, cuya obra será expuesta en la galería pop-up junto con la de Purvis Young.
La yuxtaposición de las pano- rámicas visuales y de extraña conciencia de Leonardo Díaz, sus figuras trazadas con excesiva atención al concepto y singular detalle, terminan convirtiéndose en el vértice de su obra. “Cada téc- nica como el óleo, la acuarela, el acrílico, el aerosol en mi caso par- ticular, cada una es un universo que ofrece infinidad de posibilidades. Si representa un infinito con otro infinito que se juntan pues las posibilidades se potencian aun más. En mi caso me gusta viajar entre el óleo y el aerosol, así como el carboncillo pues respeto mucho el dibujo y deseo que se note, que esté presente en mi obra”.
Leo Díaz considera el arte como una responsabilidad social, el arte en general, como disciplina, como una manifestación filosófica y humana. “Me gusta más bien vernos como un todo. No me gusta ponerme en el plan de sobrevalorar mi persona, tiro ese rollo del artista que sufre, somos personas comunes donde lo importante es lo que hacemos con nuestro tiempo y nuestra vida. En este caso, yo, Leonardo, elegí pintar y estoy enamorado en ese aspecto con mi vida”, finaliza con pincel en mano.

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