El presidente ruso, Vladimir Putin, ha ratificado el acuerdo de colaboración estratégica con Irán, consolidando así un vínculo que se remonta a su firma en enero de este año. Este pacto, que se enmarca en una visita del presidente iraní, Masud Pezeshkian, a Moscú, es un pilar que definirá la relación entre ambos países durante las próximas dos décadas.
El fortalecimiento de las relaciones internacionales entre Rusia e Irán
Este acuerdo establece un nuevo marco legal que busca intensificar la cooperación bilateral en numerosos sectores, esencialmente en defensa, energías, transporte e industria. Los dos países se posicionan como socios estratégicos, lo que refleja un cambio importante en la geopolítica y en la diplomacia internacional.
Aspectos económicos del acuerdo
Desde la perspectiva económica, el pacto incluye la creación de un sistema de pagos que operará al margen de las divisas de terceros países. Esta iniciativa promueve el uso de sus propias monedas en el comercio bilateral, una estrategia que puede ser fundamental para ambos países en un contexto internacional cambiante.
Un contexto de alianzas estratégicas
El pacto con Irán se suma a otros acuerdos recientes de Rusia, como el firmado con Corea del Norte el año pasado, que tenía un fuerte enfoque militar, visible en el movimiento de tropas norcoreanas en respuesta a la incursión ucraniana en región rusas. Este tipo de alianzas resalta el enfoque proactivo de Putin hacia la consolidación de poder y recursos en un mundo multipolar.
Con esta confirmación de cooperación, la postura de Rusia en el escenario mundial podría verse fortalecida, desafiando a las potencias occidentales y reconfigurando las dinámicas tradicionales de poder en diplomacia global.