Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE. – En el fraccionamiento Insurgentes, los robos a negocios están siendo cada vez más frecuentes, en las últimas dos semanas una tienda de la calle «Samoabar» ha sido robada al menos dos veces, y los posibles responsables, dos menores de entre 15 y 16 años, aseguran los vecinos.
Los robos menores han sido cometidos por dos jovencitos adolescentes, que pasan despistados frente a los negocios y al ver que noy gente en el mostrador, agarran cosas y se dan a la fuga.
Fabiola, una de las afectadas, nos compartió el siguiente video donde se aprecia a los chamacos que dice, ya entraron a su tienda dos veces, la primera los agarró en la movida y quiso alcanzarlos pero no lo logró, y en la segunda ocasión no se dio cuenta, ella no estaba, su papá le avisó que lo volvieron a hacer. Entonces se les ocurrió pedir de favor a uno de sus vecinos, que si les podían dejar ver sus cámaras de seguridad, les dieron el permiso y lograron identificarlos. 👇
«Hace cerca de 2 semanas pasaron corriendo por la calle y tomaron unas sabritas y se fueron corriendo, yo salí detrás de ellos, en esta ocasión iban 2 jóvenes de entre 15 y 16 años pero desafortunadamente no los alcancé».
«Cuando salí corriendo pregunté por otras tiendas a ver si los habían visto y me comentaron que sí, que han ido corriendo y toman cosas pero que no los habían identificado».
«Nosotros no contamos con camaras en el local, pero me comentaron mis padres que antier pasaron nuevamente y tomaron unas sabritas que se ve que son las que llevan en la mano, que cuando él salió, el chico más grande se quedó en la esquina volteando a ver si salían y de alguna forma retándolo», detalla Fabiola.
Al menos 3 robos les achacan a estos niños, que al parecer dicen son de la colonia Jardines, dos veces en la tienda de ella y una vez en la de otro vecino de la zona.
Y es que lo indignante, dice Fabiola, es que se trata de dos menores los involucrados, algo muy triste e indignante, no pueden hacer nada contra ellos, solo queda alertar a la gente a que tome sus precauciones y, que la policía se dé sus vueltas por esa zona. Ahora ella y su familia se encuentran ahorrando un dinero para comprar una cámara de seguridad, que les ayude a identificar con más claridad a los delincuentes que se acercan a su local.
«Se les está haciendo fácil pasar y tomar las cosas e irse corriendo, eso es ahorita que son unos niños todavía, después que nos espera», concluyó.