Redacción
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SAN LUIS DE LA PAZ.- El «Hermano José», el colombiano que llegó hace 5 años a San Luis de La Paz para «curar» a los pacientes que requerían de limpias, de ayuda para acercar el amor, de alejar la mala suerte o atraer la abundancia, hoy está tras las rejas...
El curandero y vendedor de salud y suerte, cuyo nombre es Diego Fernando, está prisionero al ser hallado culpable del delito de violación contra una «paciente» a la que roció un líquido con fuerte olor a alcohol cuando ella le pidió curar sus males.
El brujo José, que en realidad se llama Diego Fernando, fue sentenciado a 10 años de prisión, aún sin importar a la Agente del Ministerio Público especializado, las “maldiciones” que el supuesto brujo dijo en voz baja cuando lo detuvieron, la tarde del 28 de octubre de 2020.
Esta es la historia del Curandero:
El pasado 10 de octubre del 2020, cerca de las 3:00 de la tarde, el «Hermano José» llegó a un domicilio en San Luis de la Paz.
El parcero, conocido en la zona como “El hermano José”, era popular como curandero o brujo en la tierra ludovidense , y los ofendidos contrataron sus “servicios” porque creyeron que él podría curar sus males.
La historia del “hermano José” se remonta a varios años atrás.
Los que lo conocen dicen que llegó hace más de 5 años a la zona norte de la entidad, y se estableció en San José Iturbide.
Pocos conocen su nombre, de hecho, es popular como “hermano José” y aun cuando no hay registros físicos de sus curaciones, afirman que es bueno en las “limpias”, pero también hablan de cosas “raras” que pone a hacer a sus “pacientes”, como el hecho de desnudarlas cuando se trata de mujeres.
En este caso, el esposo de la ofendida solicitó los servicios del supuesto curandero y lo llevó a su domicilio.
DIEGO FERNANDO “N”, alias “Hermano José” “diagnosticó” que sus clientes estaban “maldecidos” y que les habían puesto “larvas”, pero que él podría limpiarlos y que necesitaría pasar a uno por uno, a un cuarto para realizar la “curación”.
A la víctima la dejó para el final. Y una hora después de su arribo, pasó al cuarto y, de pie, le comenzó a rociar un líquido trasparente que llevaba en un envase que “olía como alcohol” dijo la víctima. Después le dijo que era necesario que se quitara el pantalón y la blusa, porque las “larvas” estaban en todo su cuerpo.
El hoy sentenciado continuó rociando el líquido en el cuerpo de la ofendida y ella paulatinamente fue cayendo, el líquido la dejó sin fuerzas. Y solo escuchó a la distancia que el impostor le dijo que era necesario ejercer el acto sexual para verificar si aún tenía la “enfermedad”.
La mujer, debilitada, no pudo gritar en demanda de ayuda, por lo que el ruin acto se cometió. El acusado dijo a su víctima que no lo delatara y la amenazó:
-“No te gustaría ver a tus hijos en un ataúd, recuerda que la maldición de las larvas los puede alcanzar”.
Le dijo que esperara un rato y se vistiera. El tipo se fue de la habitación y de la casa tras cobrar sus respectivos honorarios.
Investigación
Al recibir denuncia por estos hechos, la Agente del Ministerio Público especializada activó los protocolos para proteger la integridad física de la víctima e integró una carpeta para solicitar diversas diligencias y la orden de aprehensión. DIEGO FERNANDO “N”, de origen colombiano, fue detenido acusado por el delito de violación espuria.
La Fiscalía General del Estado solicitó a la autoridad judicial una orden de cateo para revisar su domicilio en la colonia Valle Alameda en San José Iturbide.
El mismo día en que se detuvo se realizó el cateo con autorización de un Juez de Oralidad Penal de San Luis de la Paz.
Agentes de una célula de la UNAIM respaldaron la labor del Ministerio Público y localizaron al interior del inmueble diversos objetos, entre ellos un frasco transparente; un atomizador con frasco transparente y seis botellas y dos goteros que fueron asegurados para su análisis en laboratorio, cuyo contenido resultó ser el vaporizante que produjo somnolencia en la víctima.
Sentencia
En juicio oral, el colombiano, DIEGO FERNANDO “N” fue sentenciado a 10 años de cárcel al ser hallado culpable del delito de violación espuria, así como al pago de la reparación del daño material consistente en las terapias que determinó la perito psicóloga, el pago por daño moral y se notificó a la embajada de Colombia de la resolución del Juez.