Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- En un giro inesperado, los elementos de tránsito en San Miguel de Allende, presuntamente castigados por no alcanzar las cuotas diarias de multas impuestas por sus superiores, han sido equipados con chalecos antibalas, para su seguridad.
Y es que el riesgo para los agentes de tránsito y de seguridad de Guanajuato, no solo se limita a las condiciones climáticas y la contaminación, sino también a posibles agresiones por parte de grupos armados, como ha ocurrido en León, Celaya e Irapuato.
Este peligro y agresión ya también se presentó en San Miguel de Allende, cuando a principios de julio , justo un mes después de la elección electoral, hombres armados dispararon contra una caseta de vigilancia situada bajo el Puente Bicentenario.
Y se dio días después de que el gobierno del priista Mauricio Trejo, había anunciado un operativo permanente de vigilancia en esa zona, con la intención de revisar todas las motos, a sus conductores y algunos autos «sospechosos».
El ataque, ocurrido minutos antes de las 9:00 de la mañana, dejó en la caseta al menos 9 de los 10 impactos de bala que los testigos escucharon, quienes dijeron que en el lugar había 2 policías, mientras que el gobierno municipal dijo que «estaba vacía».
Además de enfrentar estos peligros, los agentes de tránsito «castigados», han sido vistos «rifándosela» bajo la lluvia, el sol, el aire o cualquier otro clima.}
Fue luego de un reporte, que se supo que al parecer los elementos que se ven en el crucero de Libramiento y Conspiración, donde los semáforos llevan 20 días fuera de servicio, donde son enviados los elementos como «castigo» por supuestamente no cubrir la cuota de multas que los obligan a hacer.
Este polémico desarrollo ha sido revelado a través de un reporte ciudadano en redes sociales, donde se pedía paciencia y comprensión hacia los agentes, señalando que no estaban ahí por gusto, sino cumpliendo un castigo impuesto por el director de Tránsito, Jorge Salas Juárez, y su subordinado Humberto Bautista.
Según el reporte, los agentes de tránsito deben emitir de 5 a 10 multas diarias, por cualquier pretexto o falta, con las tarifas más altas posibles para «recuperar dinero» para el municipio. Este aparente objetivo de recaudar fondos se atribuye a una supuesta falta de recursos tras una campaña en la que «lo dieron todo» y hoy, a mitad de año, andan hasta cobrando el predial.
La situación de los agentes de tránsito en San Miguel de Allende revela una compleja problemática que va más allá de la simple emisión de multas, involucrando riesgos de seguridad y una posible mala gestión de recursos y operativos por parte del gobierno municipal.