Cae a excavación del Deprimido cuando el camino de peatones ‘se desmorona’

Redacción

newssanmiguel@gmail.com

SAN MIGUEL DE ALLENDE.- El viernes pasado, un joven al que identificaremos como Juan, como todos los días salió de casa rtumbo a su trabajo.

Una de sus encomiendas era cruzando las obras del Deprimido, allá en la entrada de Celaya y el Libramiento Zavala, es la misma que un día antes los del Estado y los funcionarios municipales de San Miguel de Allende, se tomaron la foto para avisar que lo estaban supervisando.

Para los peatones no hay muchas opciones… ni caminos, porque los caminos que quedan son para los autos, para los camiones, pero dice que no para quien quiera atravesar, «se olvidaron del peatón y nos mandan entre los autos, esquivando el paso y a veces hay alguien deteniendo el tráfico para que podamos pasar».

Pero este viernes tenían un espacio de tierra, uno que improvisaron para quienes atraviesan a pie y ya luego de atravessar el primer carril, tomó el caminito de tierra.

«Cuando caminaba el camino comenzó a desmoronarse, caí en una excavación y me lesioné la mano intentando no golpearme la cabeza. Tras levantarme como pude porque nadie me ayudó, busqué a uno de los encargados de la presumida obra y no encontré a nadie, me dijeron que ‘seguro se habían ido a comer’ ¿cómo ves?».

Al ver que en la obra no había nadie que se hiciera cargo de un accidente ocurrido a un peatón, dice que llamó a Obras Públicas del Municipio para decirles lo que había ocurrido y pedir una explicación de quién debía hacerse responsable del accidente que sufrió en el lugar y respondieron:

«(En el Deprimido) No hay ningún supervisor porque la obra es del Estado y ahí debía estar el arquitecto que lleva la obra… pero no había nadie».

«Entonces surge la pregunta de cómo es posible que no haya ningún encargado haciéndose responsable de lo que ahí sucede. (El alcalde) Luis Alberto habló de la obra del Deprimido y hasta se lo adjudicó en su Informe de gobierno y lo presumió y ahora no se hacen responsables porque ahora sí es una obra del Estado ¡qué conveniente!».

Juan no tuvo más que levantarse como pudo y documentar cómo quedó tras la caida en la que hasta ahora, nadie le pudo resolver quién se hará cargo del accidente por cruzar una zona en la que el peatón al parecer nunca estuvo en los planes.

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