Redacción
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SALAMANCA.- El hermano de Mauricio, una de las víctimas del atentado con explosivos afuerta del restaurante-bar «Barra 1604», declaró a medios nacionales que es lamentable que «en Guanajuato sea la delincuencia organizada la que gobierne y las autoridades estatales, hoy a cargo del panista Diego Sinhué.
Su nombre es Eddie Romero y él habló con Alejandro Cacho en el programa República H de El Heraldo y dijo que el atentado y asesinato d su hermano fue por «no querer pagar el derecho de piso»; al parecer tenía que pagar $50 mil pesos por mes para «no hacerles nada».
Como el miso gobierno del Estado lo ha pedido a los empresarios, ellos cumplieron con presentar 2 denuncias a la Fiscalía del Estado… pero no pasó nada.
«Guanajuato tiene una estrategia de seguridad fallida, es como ir por el bosque y gritar aquí estoy. Nos tiene como rehenes, tenemos rejas en nuestras casas”, declaró en tono molesto el hermano de quien en ese restaurante.
¿Se han comunicado con ellos del Gobierno estatal?, le cuestionaron y Romero señaló que no han recibido llamadas del gobernador Diego Sinhue Rodríguez ni de otros titulares de dependencias que sólo se han dedicado a postear en sus redes «su preocupación» por los hechos y lo mucho que «lo lamentan».
Mario Alberto Hernández Cárdenas y el socio comercial, Mauricio Salvador Romero Morales, ambos reconocidos empresarios restauranteros de la ciudad petrolera fallecieron tras un atentado con explosivos que un motociclista entregó Mario, que ese día celebraba su cumpleaños.
El moticiclista que pertenece a una empresa de envíos, también resultó severamente herido.
CONTEXTO:
El ataque ocurrió afuera del restaurante Barra 1604 ocurrió este domingo a las 7:14 de la tarde en el estacionamiento de la zona de bares, restaurantes y un casino, en plena avenida Faja de Oro esquina con avenida Insurgentes, de la colonia El Deportivo.
Al acercarse, en la zona de estacionamiento, en plena avenida Faja de Oro, estaban tirados seis hombres entre la sangre producto de las heridas que les causó el estallido; dos de ellos ya estaban sin vida.
Tras la explosión del artefacto, que presuntamente fue entregado en un caja dirigida al gerente del lugar, se cerraron en su totalidad las avenidas Faja de Oro e Insurgentes y se instaló en la zona un cerco de seguridad amplio por policías de los tres órdenes de gobierno.