La triste historia de ‘Ángel’, el perrito arrojado a calles de San Miguel de Allende tras ser víctima de maltrato y crueldad animal

Redacción

newssanmiguel@gmail.com

 

SAN MIGUEL DE ALLENDE.- La mañana de este lunes, un pequeño perrito al que llamaron «Ángel», fue arrojado a la calle por sus dueños, condenado a morir en un estado de desnutrición severa y maltrato extremo.

Al parecer el único momento de paz llegó al final de su vida, cuando murió bajo el cuidado de unos rescatistas que intentaron salvarlo.

El perrito, de quien no sabían el nombre pero le llamaron «Angelito», un grupo de rescatistas trataron de ayudarlo, no logró sobrevivir. Su cuerpo estaba tan dañado y desnutrido que los esfuerzos de los rescatistas fueron en vano. La escena de su sufrimiento fue tan desgarradora que muchos vecinos no pudieron contener las lágrimas al verlo.

La mañana de ayer, se reportó la presencia de un perrito casi en los huesos en una calle entre Santa Julia y Providencia, en Ejido de Tirado. Al parecer, vivía en una casa cercana a la Avenida Álamo, de donde fue echado a la calle para morir.

Esta historia ha conmovido profundamente a la comunidad de San Miguel de Allende, siendo uno de los casos más tristes de maltrato animal que hayan visto.

Hannah Hoch, rescatista dedicada, recibió el reporte y acudió inmediatamente con un amigo para llevar a Angelito al veterinario. A pesar de sus esfuerzos, el daño ya era irreversible.

«Nunca he visto un caso peor de abuso en mi vida y he estado rescatando perros durante años. No he parado de llorar por él y todo lo que le hicieron», expresó Hannah conmovida hasta el llanto.

En Guanajuato existe una Ley para la Protección Animal, aprobada, reformada y vuelta a reformar, la cual condena toda acción que provoque daño, dolor o sufrimiento a los animales.

Esta ley incluye la violencia física, como golpes, mutilaciones y torturas, así como la negligencia en su alimentación, cuidados sanitarios y abandono.

«ANGELITO» SUFRIÓ TODO LO QUE LA LEY PROHIBE, pero es probable que nadie busque a sus maltratadores, ya que hay otros casos por resolver.

La historia de Ángel es un recordatorio doloroso de la crueldad que algunos seres humanos pueden infligir a seres inocentes. Aunque no se pudo salvar su vida, su muerte no debe ser en vano.

La comunidad espera que esta tragedia impulse a las autoridades y a los ciudadanos a tomar acciones más contundentes para proteger a los animales y prevenir futuros casos de maltrato.

Que la memoria de Angelito inspire un cambio positivo en nuestra sociedad.

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