Redacción
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Con info de Ana Gaby Hernández
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El globero, el vendedor de flores, el de sombreros, las mujeres indígenas con sus «juanitas», los que ofrecen rebozos y los vendedores de frutas y elotes llenan todos los días la Plaza Principal de San Miguel de Allende.
Entre música de mariachi, banda y en ocasiones la estudiantina, el jardín de San Miguel todos losdías parece que está de fiesta.
Los vendedores ambulantes forman parte de la historia y la imagen en la llamada Mejor Ciudad del Mundo por su colorida forma de vestir o de ofrecer a sus clientes los productos que llevan a diario a la plaza.
Sorprende a propios y visitantes esos hombres que de forma creativa portan en su cabeza una amplia gama de sombreros o tapetes para llamar la atención del público. Y qué decir de los vendedores de globos y juguetes requeridos para entretener a los niños.
La plaza está rodeada de vendedores de pepitas, hotdogs, hamburguesas, elotes, nieves, dulces y otras mexicanas atracciones que se confunden con el andar de los visitantes.
Cinco jugueteros, 6 vendedores de sombreros, 11 vendedoras de muñequitas, 3 vendedores de tapetes y canastos, 2 más que ofrecen chalinas y 8 puestos de fruta, nieve y botanas a los lados del jardín están para ofrecer sus productos a los paseantes mientras se contempla la belleza de los edificios pintorescos e históricos a su alrededor.
Así es la zona centro, la zona que nunca está vacía.
