Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- La destrucción de una escalinata que forma parte del centro ceremonial prehispánico en el las Tres Cruces, de flora y árboles endémicos de la zona, son algunas de las consecuencias de las obras que Sapasma empezó al ladito de donde las Tres Cruces se asoman a lo alto de San Miguel de Allende.
Los montones de piedra que dejaron los ancestros ahora son sólo montones de piedra con siglos de historia pero donde los responsables de Sapasma dijeron que los «chalanes» necesitaban subir el material y la maquinaria, por lo que vieron que ya estaba hecha la vereda y se les hizo fácil ir demoliendo el camino para armar el suyo.
Pero eso no es todo, a lo largo del camino se ven nopales, huizaches y varias especies de vegetación de una zona en la que sólo habitaba la flora, la fauna y pasaban los pobladores, hasta que llegó la mano del hombre… y la de los de Sapasma y el Gobierno Municipal de Luis Alberto Villarreal.
Las Tres Cruces 
La escalinata que le dieron «en la torre» 
Por eso los integrantes del Colectivo de las tradiciones y el barrio de Guadiana citaron a los del Sistema de Agua Potable en el lugar en el que pretenden ponerles un tinaco gigante para su Acuaférico (ya te lo explicaremos), dejando como excusa que de todo, todo, todo San Miguel de Allende, frente a las Tres Cruces, la zona arqueológica y de veneración de los sanmiguelenses, era el único lugar que hallaron como «ideal» para poner el tinaco de 25 metros de largo por 5 metros de alto.
El colectivo leyó un pliego petitorio, cuestionó a los funcionarios de Sapasma que esta vez contestaron «con educación», no como en Cañas, donde Francisco Jiménez Palacios, el director de Sapasma, fue señalado por una habitante de la comunidad de Cañas de «prepotente y majadero», hoy estaba en silencio, escuchando a los que enojados veneradores que les cuestionaron por qué de todo San Miguel de Allende, ese lugar era el que habían escogido.
La contestación de los integrantes de los de Sapasma fue: «Pues sí había varios, pero este lo vimos factible porque aprovechamos el viaje para que los de la constructora (del fraccionamiento de las 2 mil casas) apoyara con la construcción del colector», sin describir ni saber dónde estaban los «otros» lugares que tenían en planes.
Los integrantes del colectivo preguntaron por los permisos, por quién fue el de la idea de “dañar” sus costumbres y tradiciones por las 2 mil casas que dieron permiso de construir y todos dijeron que luego se los pasaban por escrito.
Les cuestionaron si sabían que en ese lugar existen restos prehispánicos y un poligonal arqueológico y que ese centro ceremonial de las Tres Cruces de la cueva del Meco y la pirámide, todos los de Sapasma dijeron que solo conocían el poligonal del terreno donde van a construir las casas.
De las ceremonias y rituales indígenas que la gente del Valle del Maíz, Ojo de agua y Guadiana hacen desde hace siglos, les dijeron que sabían nada.
Pero con las máquinas de la constructora, Una parte de este este centro ceremonial prehispánico y año existe, ¿la razón? Los de la constructora que van a construir el tanque gigante, necesitaban un camino para pasar y la que hallaron fue la escalinata del centro ceremonial de la que sólo quedaron las piedras.
Con la primera intervención las conclusiones fueron:
- Se detiene la obra hasta nuevo aviso
- se buscará una reunión con personal de Sapasma, el dueño del terreno, del INAH y los veneradores de la Santa Cruz para entre todos proteger el lugar.
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