Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE. – Un 10 de mayo, pero del año pasado, Alma se convertiría en mamá. Ese mismo día tuvo los dolores «del parto», fue a CASA a revisar los síntomas del nacimiento de su bebé, esperó su turno y al final del día, que pensaría sería el mejor de su vida, le anunciaron que su bebé había muerto.
Una dosis extra de «misoprostol» le provocó una hemorragia y daños cardiacos al bebé, que provocaron rápidamente su muerte, así lo cuenta Alma.
«Me dijeron, no pasa nada, es un método natural, es homeopatía y no pasa nada».
Le suministraron 4 dosis de la «supuesta homeopatía» y todo iba bien, hasta que se llegó el momento del parto, «este fue bastante rápido, a lo mucho se tardó unos 20 minutos en la expulsión del bebé, pero en ese instante se percataron que no reaccionaba y se lo llevaron para reanimarlo «con una máscara de oxígeno», pero el bebé nunca respondió y le hablaron a la ambulancia, la cual se tardó en llegar y tampoco lograron despertar al bebé de Alma.
Ya le dieron la noticia, que su bebé había nacido muerto «por supuestas complicaciones cardíacas». Con el corazón roto, Alma salió de la clínica más tarde, sin su bebé, las parteras le dijeron que ellas mismas se encargarían de incinerarlo y le dieron a firmar unos papeles «que ella no sabía ni de qué se trataban», los firmó y les dijo que quería un papel, un documento, alguna prueba de que su bebé había nacido ahí, que ella iba a tener un hijo, el cual tardaron días para entregárselo.
Y llena de dudas, se fue a ver a su ginecólogo para explicarle lo que había pasado con su bebé, a lo que el especialista le dijo, que él buscaría hablar con ellas, lo cual hizo después, fue a la clínica de las parteras y solicitó ver el expediente que habían realizado de Alma y de su bebé, pero se lo negaron.
El mismo ginecólogo fue quien le dijo Alma, que le habían suministrado misoprostol, un fármaco que es usado para abortar, pues ella le comentó que en la clínica le dijeron que eran pastillas de «prostaglandina» y el misoprostol es a base de esta hormona. El especialista le dijo que éste también es utilizado por los médicos para inducir los partos.
A los pocos días de que Alma había sufrido la pérdida de su bebé, la directora de la Clínica de CASA le habló, la buscó en su casa «pero no para darle su apoyo moral», sino para hacerla sentir que ella (Alma) había sido la responsable de la muerte de su bebé.
Por un lado le dijo «que ella había alucinado, que en ningún momento le dieron misoprostol y que tampoco le inducieron el parto, que este había sido espontáneamente y que ella, «por el dolor había delirado». Y en segundo, la mujer utilizó un comentario que Alma hizo a las parteras de la clínica, les dijo «que ella había soñado que su bebé sólo reaccionaba en ciertas ocasiones», entonces la directora de la institución se agarró de eso para decirle «tú hiciste algo, tú ya sabías que algo no andaba bien con tu bebé».