Elon Musk, el visionario detrás de empresas icónicas como Tesla y SpaceX, ha alcanzado un nuevo hito, aunque no del tipo que se esperaría. Según una reciente encuesta de Gallup, se ha convertido en la figura pública más impopular de Estados Unidos, un hecho que resonó fuertemente en el ámbito político y empresarial. Este cambio dramático en la percepción pública está marcado por un 61% de los encuestados expresando opiniones desfavorables sobre el magnate, contrastando fuertemente con una valoración positiva que apenas alcanza el 33%.
Las raíces de la impopularidad de Musk
La caída en la popularidad de Musk puede vincularse a sus repetidos enfrentamientos en la esfera política. Su relación con Donald Trump, que inicialmente parecía una alianza estratégica, se ha transformado en una ruptura marcada por tensiones y críticas. Lo que comenzó con su involucramiento en el irónico “Departamento de Eficiencia Gubernamental”, se convirtió en una estridencia pública durante el año pasado. A finales de mayo, una imagen de Musk con un ojo morado simbolizó el tumulto de su relación con la política.
Impacto en Tesla y el sector tecnológico
Las controversias que rodean a Musk no solo han afectado su imagen personal, sino también a sus empresas. Tesla, por ejemplo, ha visto un notable descenso en sus ventas, tanto en Estados Unidos como en mercados clave como Europa y China. Algunos analistas sugieren que el desprestigio que enfrenta Musk está comenzando a impactar negativamente el interés general por los vehículos eléctricos, un sector que él mismo ha ayudado a moldear. Este declive en la percepción pública se asemeja al de varios exmiembros de la administración Trump, destacando la gravedad de la situación.
La compleja relación con la política estadounidense
La vinculación de Musk con la política se acentuó durante su colaboración con Trump, que inicialmente parecía un buen movimiento. Sin embargo, su propuesta de desmantelar algunas agencias gubernamentales, una idea que él mismo calificó como molesta para muchos, amplificó las críticas hacia él. Esto llevó a un punto álgido en junio, cuando Musk y Trump comenzaron a distanciarse, generando aún más confusion en la esfera pública.
El efecto en sus otras empresas
Aparte de Tesla, el impacto de su caída en popularidad se extiende a otras de sus empresas como Neuralink y The Boring Company. La pérdida de interés del público hacia Musk ha generado un ciclo de retroalimentación negativo que puede influir en futuros desarrollos y en la viabilidad de los ambiciosos proyectos de innovación que ha promovido.
Una nueva encuesta revela que Elon Musk es la figura pública menos querida en Estados Unidos
El futuro incierto de Elon Musk
En medio de esta turbulencia, Musk parece estar buscando nuevos caminos para reconstruir su imagen. Sin embargo, las cifras hablan por sí mismas: el 61% de los adultos estadounidenses considera que su figura es más polémica que la de otros líderes mundiales, incluidas figuras controvertidas como el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que se sitúa en un 52% de opiniones desfavorables.
Por ahora, el futuro de Musk y sus empresas continúa siendo un tema candente de discusión, a medida que tanto el sector tecnológico como el opinante público siguen observando con atención cómo esta figura del emprendimiento responde a los nuevos desafíos que enfrenta.