En un contexto donde la inteligencia artificial se ha vuelto omnipresente, la cortesía en nuestras interacciones con ella está comenzando a tener un impacto inesperado. En 2025, muchas personas se han encontrado en medio de debates sobre si lo que parecía un simple «gracias» o un «por favor» podría estar afectando de manera significativa el presupuesto de empresas como OpenAI.
El costo oculto de la cortesía en la inteligencia artificial
A menudo, al interactuar con un chatbot como ChatGPT, pocas personas se detienen a pensar en el costo que esto representa. Cada consulta que realizamos se traduce en un consumo considerable de recursos, incluyendo energía y procesamiento, esencial para la operación de estos sistemas. OpenAI, al igual que otras empresas en el sector, se enfrenta a gastos significativos para mantener en funcionamiento sus modelos de lenguaje, que requieren de una potente infraestructura técnica.
Impacto financiero de ser educados
El CEO de OpenAI, Sam Altman, ha mencionado que la inclusión de frases de cortesía como «por favor» y «gracias» podría estar generando un gasto de «decenas de millones de dólares bien gastados». Esta declaración invita a reflexionar sobre el valor de la amabilidad incluso en el ámbito digital, donde cada mensaje amable suma al consumo total. Sorprendentemente, Altman considera justificado este costo, lo que subraya una tendencia hacia la priorización de la experiencia del usuario, aun a expensas del presupuesto.
Cortesía y rendimiento en las interacciones
La amabilidad en la comunicación no solo se traduce en un gesto agradable; también tiene un efecto tangible en la efectividad de las interacciones con la IA. Un estudio titulado “Should We Respect LLMs? A Cross-Linguistic Study of Prompt Politeness in Academic Performance” revela que los mensajes corteses suelen resultar en un mejor rendimiento en las respuestas de los modelos de lenguaje. Sin embargo, una dosis excesiva de cortesía no siempre garantiza mejores resultados, lo que sugiere que el equilibrio es fundamental.
Una llamada a la reflexión
Para quienes utilizamos diariamente estos chatbots, es crucial reflexionar sobre cómo nuestras interacciones pueden influir en la calidad de las respuestas. Si deseamos obtener interacciones más eficientes y personalizadas, una buena estrategia podría ser adaptarnos a un tono más apropiado desde el inicio. Esta práctica no solo podría mejorar nuestra comunicación con la inteligencia artificial, sino también fomentar un entorno más constructivo.
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Consideraciones medioambientales y de sostenibilidad
Tampoco debemos pasar por alto el impacto ambiental que conlleva el funcionamiento de centros de datos, que requieren grandes cantidades de agua para su refrigeración, además de la electricidad. Esto bate un nuevo récord en la conversación sobre sostenibilidad, planteando preguntas sobre cómo balancear la necesidad de tecnología avanzada con la responsabilidad ecológica. A medida que las demandas de los usuarios aumentan, encontrar soluciones sostenibles se convierte en un desafío aún mayor para las empresas tecnológicas.
El camino hacia interacciones más conscientes
La cortesía en nuestras interacciones con sistemas como ChatGPT se revela entonces no solo como un acto de educación, sino como un elemento con consecuencias amplias e interconectadas que afectan tanto a los presupuestos de las empresas como a nuestro entorno. En un mundo donde cada acción cuenta, es fundamental ser conscientes de cómo nuestras palabras y actitudes pueden influir en la tecnología que utilizamos y en el mundo que nos rodea.