En un giro sorprendente de eventos, tres ingenieros despedidos por Elon Musk han decidido no sucumbir ante las adversidades. En una manifestación de resiliencia e ingenio, Harry Fox, Connor Selwood y Hugh Leckie, exmiembros del equipo de Supercargadores de Tesla, han fundado su propia empresa, Hubber. Este nuevo emprendimiento no solo busca satisfacer una necesidad creciente en el mercado de recarga eléctrica urbana, sino que también se presenta como una respuesta acertada a la estrategia de Musk y su empresa, que ha enfrentado críticas y desafíos en el último año.
Hubber: Un nuevo enfoque en la carga eléctrica
Con una inversión inicial notable de 60 millones de libras (equivalente a aproximadamente 69,5 millones de euros), Hubber se establece en un mercado ávido de soluciones efectivas. Iniciando su operaciones en el Reino Unido e Irlanda, los tres ingenieros no solo traen experiencia a la mesa, sino también un profundo conocimiento del comportamiento del consumidor local. En un contexto donde la demanda de puntos de recarga sigue creciendo, la visión de estos emprendedores es clara: cubrir la escasez de infraestructura de carga dirigida principalmente a vehículos comerciales.
La estrategia detrás de Hubber
La propuesta de Hubber implica convertir antiguos espacios urbanos, como almacenes o gasolineras en desuso, en estaciones de recarga de alta potencia. Este enfoque no solo optimiza costos al permitir adquirir terrenos a precios competitivos, sino que también responde a las necesidades específicas de los conductores profesionales. Para ellos, la velocidad de recarga y el precio son prioritarios.
Las estaciones de Hubber están diseñadas para minimizar el tiempo de inactividad de los vehículos. Están equipadas con múltiples puntos de carga, que ofrecen servicios adicionales como espacios separados para vehículos de reparto, instalaciones adecuadas, y un flujo de operación eficientemente optimizado. La primera estación, inaugurada en agosto en Forest Hill, al sur de Londres, cuenta con 12 puntos de carga con potencias de 150 kW y 300 kW, y ofrece recargas gratuitas durante su primera semana.
El impacto de Tesla y el camino de la innovación
La creación de Hubber no es solo un acto de venganza; representa una narrativa más amplia sobre la necesidad de innovación en el sector de la movilidad eléctrica. Después de que Tesla, bajo la dirección de Musk, atravesara una fase de despidos y controversias, especialmente en torno a su línea de productos y su estrategia en las redes sociales con Twitter, el surgimiento de competidores como Hubber es un indicativo del dinámico mercado en el que estas empresas operan.
Se puede decir que, al despedir a estos talentosos ingenieros, Musk no solo perdió conocimientos valiosos, sino también un futuro potencial para la expansión de su empresa. Como una nueva era de empresas comienza a tomar forma, el legado de Musk puede verse influenciado por estas decisiones, mientras que nuevas startups emergen con ofertas que podrían superar a las de Tesla en el futuro.
Perspectivas futuras para el mercado de la carga urbana
El enfoque de Hubber resuena con la creciente demanda de soluciones de recarga accesibles en áreas urbanas, donde los vehículos comerciales, como los taxis, requieren cargas más frecuentes en comparación con los automóviles particulares. Los profesionales del transporte están ansiosos por reducir sus tiempos de inactividad y maximizar la eficiencia, y Hubber parece estar bien posicionado para satisfacer estas necesidades.
A medida que el mercado evoluciona, se anticipa que la competencia aumente, llevando a innovaciones que beneficiarán tanto a los consumidores como al medio ambiente. En este contexto de cambio, Hubber no solo representa un nuevo modelo de negocio, sino también una evaluación crítica hacia las decisiones tomadas por gigantes como Tesla. La historia de estos tres ingenieros demuestra que la verdadera innovación puede surgir incluso de maneras inesperadas.








