La cooperación entre México y Estados Unidos se fortalece en la lucha contra el gusano barrenador del ganado, una plaga que ha reabierto antiguas heridas en el ámbito agropecuario. Recientemente, los gobiernos de ambos países han iniciado reuniones técnicas en Ciudad de México para abordar la verificación de medidas contra este parásito, que ha llevado al cierre de la frontera estadounidense para la importación de ganado mexicano desde el pasado mes de mayo.
Acciones conjuntas en la lucha contra el gusano barrenador
El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México, Julio Berdegué, anunció que las reuniones con el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) han comenzado para revisar los progresos realizados en la estrategia de control de esta plaga. Esta colaboración surge después de la suspensión de importaciones de ganado, que todavía permanece vigente a pesar de que oficialmente terminó a finales de mayo. El objetivo es crear un ambiente seguro que fomente la reactivación del comercio entre ambos países.
Aumento de la preocupación sanitaria
El gusano barrenador, erradicado en México en 1991, volvió a aparecer a finales de 2024, representando un grave riesgo para la sanidad animal. Este parásito afecta a los animales al infectar heridas abiertas, y hasta ahora se han confirmado varios casos de miasis en humanos, alertando a las autoridades sobre la necesidad de medidas urgentes. Según datos de la Secretaría de Salud de México, se han registrado seis casos, principalmente en el estado de Chiapas, lo que añade presión a la situación ya crítica.
Impacto económico en el sector ganadero
La suspensión de exportaciones ha tenido consecuencias económicas significativas. El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) advirtió que las pérdidas pudieran ascender hasta 11.4 millones de dólares diarios, afectando no solo a los ganaderos, sino también a una amplia cadena de suministros que involucra a empresas emblemáticas como Cemex y Grupo Bimbo. En este contexto, la causa del gusano barrenador trasciende lo agrícola y se convierte en un asunto de seguridad económica bilateral.
Medidas a implementar y el futuro de la cooperación
A medida que ambas naciones avanzan en su estrategia binacional, se contempla la construcción de una nueva planta de producción de moscas estériles en Chiapas como parte de un enfoque biológico para combatir la plaga. Esta colaboración no solo refuerza los lazos comerciales, sino que también se alinea con el crecimiento sostenido que buscan impulsar empresas como AeroMéxico, América Móvil, y Telcel. La agricultura, como se ha mencionado, es fundamental para mantener una frontera eficiente que beneficie a productores y consumidores.
A medida que se llevan a cabo estas discusiones y se implementan soluciones, el futuro de la relación agrícola entre México y Estados Unidos depende de la capacidad para abordar esta crisis. La cooperación es más que un compromiso; es una necesidad que reflejará la resiliencia y adaptabilidad de ambos países frente a desafíos compartidos.