Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- La tarde de ayer, a los veneradores de la Santa Cruz y vigilantes del cerro de las tres Cruces, representantes del Gobierno Municipal y de Sapasma los dejaron de «plantón».
La reunión, a la que formalmente quedaron de llegar los directores de San Miguel de Allende y del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (Sapasma), no llegó ninguno de los que dijo que lo haría.
La reunión era para hablar de las obras y las intenciones de pasar tubería para sus colonias y el daño que causaron con sus decisiones al centro ceremonial en el Cerro de las tres Cruces, que hoy está protegido por el INAH.
Pero ni Jorge Zavala, el director del agua; ni Christopher Thomas Finkelstein Franyuti, el Consejero Secretario de Sapasma, mucho menos Juan Antonio Jaramillo, que en lo alto del cerro eza agachada y diciendo que habían dañado la escalinata porque «buscaron dónde pasa a la maquinaria», les prometieron que los escucharía «siempre»… ninguno de ellos llegó.
A quien sí encontraron fueron a 4 hombres y una mujer que les tomaban fotos y enviaban información sobre lo que decía cada uno de los que intervenían al verse descubiertos, se retiraron del lugar.
«Desde el primer momento ha sido evidente la falta de interés por parte de las autoridades municipales y de Sapasma, pero sí mandan a sus espías que pretenden infiltrar con la gente cuando todos nos conocemos», dijo Mary, una de las asistentes
«Eso fue solo para demostrarles que la unión del Barrio de Guadiana es evidente y a nosotros se han unido más mesas de otras colonias y valles que estamos dispuestos a defender nuestras tradiciones y la tierra que nos quieren quitar y daña».
