Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- Aquí seguimos, queridos sanmiguelenses, viendo cómo el gobierno municipal y sus servidores públicos, mejor conocidos como los “privilegiados”, siguen haciendo de las suyas, bien cómodos y sin rubor.
No es novedad, claro, pero siempre resulta sorprendente ver hasta dónde llegan cuando se trata de repartir beneficios y espacios públicos entre los de siempre. Sí, esos mismos que, como bien sabemos, llegan primero al hueso y son los últimos en dar la cara.
Y para ejemplos, vamos con los maquillajes del Rodrigo «Pato Pacheco y el Eduardo «El Lalo» Soto quienes armaron un circo para la repartición de lugares para «pintacaritas» en el Centro.
Resulta que Rodrigo “El Pato” Pacheco, ilustre jefe de Mercados, y su compinche Lalo Soto, ambos, con una lista quejas y reportes de prepotencia más larga que su propia trayectoria profesional, se encargaron de designar, con mano generosa, los espacios para los “pintacaritas” en el centro de la ciudad. Pero ojo, porque en lugar de privilegiar a los trabajadores locales o a los verdaderos artesanos, estos dos se encargaron de repartir lugares privilegiados a su séquito personal.
¿Quiénes son los afortunados, dices? Pues ahí te van los nombres, para que no quede duda:
- Claudia Barragán Méndez, actual Oficial Mayor pidió su lugar y se lo dieron y puso a otros a atenderlo
- Mariana Arzola, quien tras su campaña con el Partido Verde, parece que ahora pinta caritas
- Alejandra Aguado, famosa por ser la persona que cargaba el teléfono y la botella de agua del alcalde Trejo en campaña, también estuvo beneficiada
- Otros nombres más son los de las comadres y vecinas de El Pato, porque claro, ¿cómo iban a faltar?
- Y como joya de la corona, el siempre beneficiado Payaso Bombonini, quien asegura que su lugar está asegurado porque… pues porque él lo dice, ¿para qué discutir?
Mientras tanto, los ciudadanos de a pie que buscaban un espacio para ofrecer sus servicios de maquillaje fueron amablemente “invitados” a hacer sus pintas en la Plaza Cívica o en el Parque Juárez, bien lejos del centro. Porque eso de tener espacios valiosos y centrales es solo para los compadres.
El Regidor «Fiel» y su Negocio de Oro en el Día de los Muertos
Pasemos al próximo acto del circo: Oliverio Fernández Villalobos, regidor de Acción Nacional, quien recientemente ha descubierto los beneficios de levantar la mano en las sesiones de Ayuntamiento para aprobarle todo al alcalde Trejo.
Y vaya que la recompensa le llegó rápido.
Este 2 de noviembre, Día de los Muertos, don Oliverio no perdió la oportunidad y se instaló a la entrada del Panteón Municipal Luz Eterna, con su flamante negocio particular, Jardines Nueva Vida. Total, para qué andarse con rodeos, ¿verdad? Si eres amigo del poder, los permisos y espacios de venta salen volando cuando antes estaba prohibido.
Pero ahí no termina la historia. Resulta que la competencia, la Funeraria Vita Nova, fue relegada varias cuadras abajo, fuera del alcance de los deudos. Porque claro, en el negocio de la muerte, también hay preferencias.
Y si esto te parece poco, atento: al parecer, el municipio mandó a elementos de seguridad pública para resguardar el negocio particular de Oliverio, el Jardines Nueva Vida, porque aquí, lo de contratar seguridad privada es para el resto de los mortales. Qué considerado, ¿no?
Y así va la administración de Trejo, donde la regla parece ser que los ciudadanos están para cumplir con sus deberes, pero no para recibir beneficios.
En este San Miguel de Allende donde, más que un gobierno, parece que se ha instaurado una especie de club de amigos con pases VIP y cheques en blanco para hacer y deshacer a placer.
Por lo visto, el lema de este gobierno es claro: los espacios y privilegios son para los suyos; los ciudadanos pueden esperar… o al menos seguir viendo el show desde la banca.