Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE. – A los hoteleros y restauranteros les fue de lo mejor en la semana santa, los turistas les dejaron una buena derrama económica, pero a puestos ambulantes no, ellos registraron bajas ventas durante la semana mayor que debió ser de lo mejor para todos.
En nuestro recorrido por distintos puestos ambulantes en la zona centro y de la feria de San Juan de Dios, con diferentes puestos de comida, fruta picada, botanas, burbujas, dulces, globos, imágenes y esculturas religiosas, y más, los vendedores nos compartieron que registraron muy bajas ventas en comparación con otros años.
Algunos de los que fueron rehubicados del jardín a calles aledañas, señalaron que no juntaron ni la tercera parte de lo que en años anteriores vendían en la Plaza Principal.
Otros señalaron «que es porque les recortaron el horario de venta» de su producto, además de que los cambiaron de lugar.
Y otros, que de plano no salieron a vender en esos días, porque los turistas no les compran a ellos, que la gente local es la que les ayuda.
«Yo vine el jueves nadamas un ratito en la tarde y ya regresé hasta el lunes, porque yo mi clientela pues es nadamas la gente de aquí los que sí me compran», dijo Doña María, quien vende comida frente al Oratorio.
Felipe, quien tiene su puesto de dulces artesanales en la calle Mesones, señaló que a él en lo personal sí le fue muy bien, no como hubiera querido pero, sí mejor que en los dos últimos años que por la pandemia del covid, nadie los visitaba.
«Sí hubo buena venta, diferente porque antes como que nadamas era el jueves, viernes y sábado, pero ahora empezó la venta desde el lunes santo hasta este lunes de pascua, fueron 8 días los que yo estuve vendiendo muy bien, a como está la situación, sí me fue muy bien», dijo el vendedor de dulce artesanal.
En San Juan de Dios los vendedores indicaron también que este año se registraron muy pocas ventas y poca afluencia de personas, «platicábamos entre los compañeros que este año en comparación con otros, hay muchísimo menos gente, me imagino ha de ser por esto de la pandemia que muchos no tienen la confianza todavía», contó Doña Luz, quien vendía botanas en San Antonio Abad.
De Atotonilco estaban Perla y su mamá, quienes junto con más compañeros complementan esta feria con sus imágenes y esculturas religiosas, y señalaron que la situación estuvo muy triste, que vendieron muy pocos artículos, «por lo regular la gente se lleva nadamas de lo más sencillito, ya sea una pulsera o un rosario, pero de algo y nada, mejor algo ¿no?», aportó Perla.