Desde el 1 de octubre, visitar Nueva Zelanda se torna más costoso para los turistas internacionales. La tasa de conservación y turismo, conocida como IVL (International Visitor Levy), pasará de 35 a 100 dólares neozelandeses (es decir, de 22 a 62 dólares estadounidenses). Este incremento, anunciado por Matt Doocey, el ministro de Hostelería y Turismo de Nueva Zelanda, busca cubrir los gastos generados por el turismo en las comunidades locales y el mantenimiento de su rico patrimonio natural.
Las razones tras el aumento del impuesto turístico en Nueva Zelanda
El IVL, que fue implementado inicialmente en 2019, se establece como una medida para financiar la conservación ambiental del país. En un periodo de un año, desde marzo de 2023 hasta marzo de 2024, los turistas internacionales inyectaron más de 11,000 millones de dólares estadounidenses en la economía neozelandesa. Sin embargo, dicho crecimiento también implica mayores demandas en las infraestructuras locales.
Impacto en la competitividad turística
A pesar de los objetivos detrás de esta medida, no todos están de acuerdo con el aumento de precios. El consorcio Tourism Industry Aotearoa (TIA) ha expresado sus preocupaciones, argumentando que este aumento podría afectar negativamente a la competitividad de Nueva Zelanda frente a otros destinos, como Canadá y el Reino Unido, donde la oferta de vuelos es mayor y las tasas de ingreso son menos restrictivas.
Cambios adicionales en el sistema de visados
El aumento del IVL no es la única carga adicional para los visitantes. A partir de la misma fecha, las tarifas de los visados turísticos también se incrementarán, pasando de 131 a 211 dólares estadounidenses. Los viajeros provenientes de 60 países, entre ellos Estados Unidos, Canadá y Japón, podrán beneficiarse de una exención de visado, aunque deberán obtener un visado electrónico y seguir pagando el IVL. Además, se espera que el tiempo de procesamiento de visados se extienda debido a la mayor demanda antes de la temporada alta de turismo.
Comparación con otras tasas turísticas a nivel mundial
El IVL se suma a una tendencia global donde alrededor de 60 destinos, tales como Venecia y Bhután, implementan tasas a los turistas para mitigar el impacto del turismo en sus ecosistemas. Estos «impuestos turísticos» son justificados por la necesidad de gestionar la congestión y preservar el entorno natural. De hecho, varios lugares, incluyendo Edimburgo y Zermatt, están considerando medidas similares en el futuro.
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Las expectativas de la industria del turismo
Con la proyección de un aumento en los costos, el sector turístico se enfrenta a un desafío considerable. La industria debe adaptarse a las nuevas realidades del mercado, buscando formas de mantener Nueva Zelanda en la mente de los viajeros. A pesar de las inquietudes, estudios de instituciones académicas, como la Universidad de Bangor, sugieren que pocos turistas desisten de visitar lugares con estas tasas adicionales. Por lo tanto, la industria está en un punto crucial para reinventarse y ofrecer experiencias únicas que sigan atrayendo a los visitantes.
Es evidente que, con esta nueva medida, Nueva Zelanda busca garantizar la sostenibilidad de su entorno natural y cultural, aunque enfrenta el reto de mantener su atractivo en un mercado turístico cada vez más competitivo. Con opciones como Haka Tours y Kiwi Experience, es probable que la creatividad y la innovación sean clave para enfrentar estos cambios y seguir posicionando a Nueva Zelanda como un destino de ensueño.