En 2025, la temporada turística no ha traído las sorpresas esperadas, dejando en evidencia un descenso notable en los índices de ocupación comparado con el año anterior. A pesar de las esperanzas de los comerciantes y trabajadores del sector, los datos indican que esta invierno ha sido más frío de lo esperado, no solo en términos climáticos, sino también en las cifras de travesías y gastos.
Impacto en el turismo durante el invierno 2025
La Confederación de la Mediana Empresa (CAME) ha reportado que la mayoría de las provincias han registrado números por debajo de los índices del invierno pasado. Este descenso no se puede atribuir únicamente a la falta de nieve, sino también a una combinación de factores económicos y a la menor llegada de turistas internacionales. Este clima financiero menos favorable ha llevado a una caída de la competitividad cambiaria, con el gasto promedio diario de los turistas rondando los $89,000 y una estadía media que apenas alcanzó los 3,9 días.
Influencias en la ocupación hotelera
A lo largo de este invierno, 4,3 millones de personas optaron por viajar dentro del país, lo que representa un 10,9% menos que el año anterior. El impacto económico se ha calculado en $1,5 billones, un descenso intrínseco del 11,2% al compararlo con 2024 en precios constantes. Las familias han sentido la caída en su poder adquisitivo, lo que se tradujo en un cambio en los patrones de consumo y elección de destinos.
Preferencias de viaje: un cambio en la dinámica
Los turistas con mayor poder adquisitivo han decidido explorar el mundo, mientras que aquellos que permanecieron en Argentina han priorizado destinos basados en ofertas y promociones. La comparación con 2023 resalta aún más esta tendencia: el número de viajeros se redujo en 21,5% respecto a aquel año. Destinos emblemáticos como Bariloche y Puerto Iguazú aún figuran entre los más elegidos, pero el contexto ha dejado a muchos otros, como Mendoza y Río Negro, con cifras preocupantes de ocupación.
Retos climáticos y cancelaciones
La llegada tardía de la nieve ha generado incertidumbre, especialmente en los destinos montañosos. En la primera semana de julio, varios centros de esquí reportaron cancelaciones debido a la falta de nieve suficiente para abrir sus pistas. Sin embargo, hubo una luz en esta tormenta: las vacaciones escolares escalonadas permitieron un flujo constante de visitantes durante cuatro semanas, aliviando un poco la carga sobre las rutas nacionales y ofreciendo una gama más amplia de opciones de alojamiento.
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Perspectivas para el futuro del turismo en Argentina
Con las promociones como “Bariloche Sale”, que incluye descuentos significativos en hoteles Hilton y Marriott, se ha logrado atraer tanto al turismo local como al extranjero. Bariloche, que con una ocupación del 80% en la segunda quincena de julio, sigue siendo un destino fuerte, aunque por debajo de sus máximos históricos. La combinación de naturaleza, nieve y estrategias promocionales ha ayudado a sostener su atractivo, aunque los números aún reflejan un panorama complejo para la economía turística en 2025.
El sector hotelero, con marcas como Accor, Iberostar y Melía, se enfrenta a nuevos desafíos y debe adaptarse rápidamente para captar la atención del turista que busca no solo alojarse, sino también vivir experiencias únicas. Así, la temporada de invierno de 2025 representa un llamado a la reflexión sobre la sostenibilidad y la adaptación que necesita el turismo en un mundo en constante cambio.
