Tras tranquiza, Estefanía y sus amigos pagaron $500 pesos C/U para que los dejaran libres

Redacción

newssanmiguel@gmail.com

SAN MIGUEL DE ALLENDE.- La madrugada del 6 de marzo era un día como cualquiera para Estefanía y sus amigos. Ese día salieron de una reunión que habían tenido con una amiga.

En la calle de Zacateros se reunieron Estefanía, Edith su amiga y dos compañeros más . Ah´í estaban para escoger el lugar al que irían a comer tacos y así terminar su noche.

Estefanía su amiga de trabajo Edith y sus amigos se ponían de acuerdo para ver en qué auto se iban a ir cada uno para llegar a la taquería en la que ahí pondrían fin a la noche de diversión.

Estefanía dice que en ese momento vio llegar una unidad de policía con un hombre y una mujer a bordo.

Se bajaron de la unidad y le dijo a mi compañero que pusiera las manos en la pared y comenzó a a revisarlo.

Yo le pregunté a la mujer policía cuál era el motivo de la detención porque no estábamos haciendo nada, sólo poniéndonos de acuerdo para ver cómo nos dividíamos. Fue que la mujer policía no me respondió, sólo me dijo ‘no estés estorbando pendeja’ y me metió un puñetazo en la cara… ahí comenzó todo”.

Narra que después de eso llegaron más refuerzos pero los golpes no paraban y no paraban.

«Pedíamos que nos dejara de golpear, pero más fuerte lo hacía. Me tenían en el suelo y me seguían golpeando en la cara, otro me daba de patadas y otras más a pesar me golpeaba por la espalda y me azotaba contra el piso.

«A mí compañera le hicieron lo mismo y a los otros 2 chavos los golpearon hasta que se cansaron».

Una vez que los «sometieron» los subieron a la. patrulla y ahí la policía la seguía golpeando.

«Ya no podía más, tenía sangre por todos lados y por eso escupí, porque me rompieron la boca así que escupí en la patrulla. Ahí fue cuando la policía me dijo que no escupiera, que nomás le escupiera«.

El viacrucis siguió en los separos, donde los mantuvieron desde las 3:00 de la mañana hasta las 9:00 a.m. donde aparte tuvieron que pagar una multa de $500 pesos para que los dejaran salir.

«Mis papás pagaron los $500 pesos y yo pagué con la tranquiza que me dieron, además de la atención que me dieron de los golpes».

A su compañera no le fue tan diferente pero a ella le tuvieron que realizar varias puntadas en la cabeza porque los policías la descalabraron con el tolete retractil que le daban y le daban y le daban dded golpes.

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