Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- A tres años del asesinato de Alpha, un perro husky que fue brutalmente partido en dos y dejado en las vías del tren, la sigue sin dar una respuesta contundente. A pesar del dolor y la indignación que este crimen ha causado, el proceso judicial en contra de Miguel Ángel “N”, señalado como el presunto asesino, ha sido lento y complicado, marcado por amparos y demoras.
Miguel Ángel, quien vive cerca de la presa Allende y posee locales en el libramiento Manuel Zavala, antes centros de diversión nocturna, ha logrado evadir su responsabilidad, presuntamente con la ayuda de personajes «influyentes».
Fue un 28 de julio del 2021 cuando Miguel Ángel, su esposa embarazada y sus hijos, fueron grabados reteniendo a Alpha porque supuestamente le había matado a un guajolote o una gallina, cosa que nunca se comprobó.
Así, de fiel como era, Alpha se fue con Miguel Ángel, sin saber que un día después, estaría hecho pedazos, presuntamente a manos de este hombre que ya había violentado a otros animales y vecinos más, pero hasta ahora siempre le ayudaron y protegieron.
ESTE ES EL VIDEO:
TRES AÑOS SIN JUSTICIA
Sin embargo, en un Estado donde el gobernador del PAN, Miguel Márquez en el 2013, hasta protegió las fiestas donde se torturan animales y las nombró «Patrimonio intangible», la justicia para un compañero de vida víctima de maltrato y crueldad animal, tarda en llegar; la lucha por hacer valer los derechos de Alpha, un ser sin voz, ha sido más complicada, más en una tierra donde sus políticos gozan de los toros y de ser charros.
Fue este lunes 2 septiembre del 2024 cuando tras tres años, finalmente se llevó a cabo la primera audiencia del juicio oral en contra de Miguel Ángel.
Frente a un nuevo juez y con los dueños de Alpha aún esperando justicia, se presentaron las pruebas recabadas durante la investigación.
En las próximas semanas, se espera el desahogo de testimonios tanto de la defensa como de la parte acusadora, mientras los dueños de Alpha no pierden la esperanza de que el responsable pague por el daño cometido.
Se estima que el proceso legal se extenderá entre dos y tres semanas antes de que el juez emita una resolución. Mientras tanto, Alpha sigue siendo un recordatorio de la lentitud del sistema judicial y del dolor de una familia que no ha dejado de exigir justicia.
