Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- Este fin de semana, las fotos de varios autobuses con más de 50 pasajeros cada uno, llegaban todos a un WhatsApp de un señor que trabaja en los tranvías turísticos de San Miguel de Allende; después de él, los demás integrantes del grupo conectados se entaron de lo que estaba pasando.
«Paren todo, ya no preparen nada», gritó otra señora mientras trabajaba a marcha forzada preparando comidas en la cocina de un restaurante sanmiguelense diciendo a sus empleados: «Pararon a todos los camiones. Hay que ver si se los podemos llevar allá para venderlos ¿no?».
Y ella no es la única que está en esa lista…
Luego le hablaron al «familiar de uno del gobierno», que a su vez le habló a su hijo en el gobierno, para después colgar y hablar con otras dependencias encargadas del cuidado de los ciudadanos para explicar por qué estaban haciendo «eso» de detener camiones si ya todos «ESTABAN DE ACUERDO».
El godín del municipio que realiza labores de protección de la ciudadanía, también integrado a ese WhatsApp alcanzó a decir: «Es que ya se dieron cuenta. La gente se está quejando, en las redes lo están denunciando y yo no puedo hacer nada. NO ENTRAN».
Tras el montón de denuncias y las quejas, los camiones fueron escoltados a la salida este fin de semana con turistas que venían a dar el rol a una ciudad que de poner las medidas más estrictas para la pandemia, terminó con un promedio de 5 personas muriendo al día y contando…
Esta DENUNCIA CIUDADANA contada por Clau, de quien cambiamos su nombre por razones de seguridad, pidió que se narrara luego de saber lo que estaba pasando con los «encargados del turismo», que están jugando «chueco» a los demás empresarios.
Tras mostrar imágenes de las pantallas, que no pudo compartir porque sabe que podría meterla en problemas, dijo que hay una gran complicidad entre trabajadores del turno y los que tienen cargos, y que además tienen meses haciendo entrar al turismo «a escondidas»… todos sabían pero nadie decía nada.
Dijo que ese WhatsApp, que como administrador aparece uno de los tranvías (del que también tenemos el nombre, pero lo reservaremos), también se explicó la forma en que por un «rancho de la salida a Guanajuato», pasaban «los otros camiones» para que no los vieran, porque eso de subirlos al camión de transporte público ya tampoco les funcionó.
«Los tranvías, las cantinas, los restaurantes, a las bodas, a todos les dieron permiso de hacer las fiestas y trabajar, hasta les cambiaron el giro. Sólo unos cuántos seguimos detenidos, cumpliendo a carta cabal lo que nos pidieron hacer desde hace un año y aquí estamos, sobreviviendo. Pero claro, que se joda el pueblo, que ganen los de fuera que tienen con qué pagarles su moche».
ESTA ES UNA DENUNCIA CIUDADANA
