Redacción
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El lunes por la noche, una mamá y su hijo vivieron lo que consideran una de las «peores noches de su vida» cuando sobre la carretera que une a San Miguel de Allende con Querétaro, de manera violenta y a punta de pistola, los bajaron de su camioneta y se las robaron.
La queretana María, a quien llamaremos así para no decir su identidad, narró desde sus redes sociales lo que vivieron la noche del lunes, cuando ella, sus hijos y una amiga, decidieron celebrar el cumpleaños de su hijo fuera de Querétaro, por lo que escogieron San Miguel de Allende para convivir en familia.
Contó que la tarde del lunes decidieron ir en familia a San Miguel de Allende para celebrar el cumpleaños de uno de los chicos y así llegaron a uno de los restaurantes de la zona centro donde pasaron gran parte de la tarde
Fue cerca de las 9:15 de la noche cuando salieron del restaurante, llegaron al estacionamiento y abordaron su camioneta para ir de regreso a Querétaro y así tomaron camino de vuelta a casa.
«Íbamos por la carretera a una velocidad moderada. Pasamos por un puente en donde me percaté que había una patrulla (En la zona de la comunidad de Cerritos). Bajé la velocidad por temor a que nos detuviera, sin embargo, de repente y sin darnos cuenta, un auto con las ya conocidas luces rojas y azules distintivos de una patrulla aparecieron detrás de mí, lo que me hizo disminuir la velocidad hasta parar totalmente la camioneta…
«Actuando por instinto y pensando que mis documentos estaban en regla, agaché la cabeza para abrir la guantera. Fue todo tan rápido cuando, que cuando reaccionamos mi hijo y yo dándonos cuenta que no eran policías. Mi reacción en ese momento fue asegurar vidrios y puertas, pero fue demasiado tarde. El tipo al lado de mi ventana quien en un momento me pedía bajar de la camioneta porque según ésta tenía reporte de robo».
Cuenta que el hombre se dio cuenta de que María aseguró las puertas y por su mente pasó el querer arrancar la unidad.
«(Pero el hombre) sacó un arma y me apuntaba mientras decía ‘¡Baja del auto o los mato a todos!’. En ese momento ya teníamos una camioneta cruzada frente a la camioneta para evitar que pudiéramos huir y del otro lado a otro tipo que nos apuntaba».
Tras segundos que parecieron horas, ellos bajaron de la camioneta y los malandros se la llevaron mientras María, su amiga y sus dos hijos quedaron en la carretera y sin tener cómo volver a Querétaro, la ciudad donde viven.
Esta historia se comparte sólo con la gente de Querétaro, a quienes les mandan una «advertencia» de que si van de Querétaro a San Miguel de Allende, TENGAN CUIDADO, porque su aventura y querer celebrar un cumpleaños en un destino «muy turístico» les salió caro, no por la camioneta, sino por la tranquilidad, el peligro en el que se vieron envueltos y lo que les ocurrió.
