Hombre intenta atacar a barberos, se le encasquilla el arma y recibe tremenda tranquiza; esto en San Miguel de Allende

Redacción

newssanmiguel@gmail.com

 

SAN MIGUEL DE ALLENDE.-  La tarde de ayer, la colonia Allende vivió un episodio digno de una película de acción (o comedia, según se mire).

Un hombre, con una mala idea y una peor ejecución, llegó caminando hasta una barbería en la calle 16 de Septiembre. Había dejado su auto estacionado en la calle de Stirling Dickinson en la zona del Real de Minas y, al parecer, tenía planes nada amigables.

Eran alrededor de las 5:00 PM cuando el hombre sacó una pistola y realizó un disparo que iba contra los barberos del negocio, sin causar heridos. Pero cuando intentó hacer el segundo  ¡sorpresa! El arma se le encasquilló, dejando al intrépido atacante en una situación bastante incómoda.

Al ver que su «arma de valentía» ya no le funcionaba, el hombre intentó huir. Pero los barberos del lugar, que seguramente ya habían visto demasiadas películas de acción, decidieron que era momento de pasar a la acción, asó que le quitaron la pistola al hombre, con la que pretendía hacerles daño y, como si estuvieran en un entrenamiento de artes marciales, comenzaron a darle una lección: ¡pum! ¡zácatelas! ¡toma esta! ¡y dale otra! y todo con la misma pistola que llevó para herirlos.

No contentos con eso, los barberos le echaron montón, dándole una paliza que ni en la Lucha Libre se ve.

Los transeúntes, sorprendidos, vieron cómo los barberos tenían bien asegurado al tipo. Al percatarse de la «santa tranquiza» que el hombre estaba recibiendo, los mismos barberos pidieron que alguien llamara a la policía. Para cuando las autoridades llegaron, el hombre ya había pasado de agresor a víctima de una buena golpiza.

La Cruz Roja llegó rápidamente al lugar y trasladó al malogrado agresor al hospital, necesitando atención urgente tras la «lluvia de golpes».

Los peritos de la Fiscalía cerraron la calle 16 de Septiembre y la 5 de Mayo para hacer el peritaje correspondiente. Ya por la noche, fueron por el auto del hombre exactamente donde lo había dejado, afuera del Real de Minas.

 

 

 

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