Esta semana, el municipio de Comonfort fue sacudido por dos atentados que cobraron la vida de dos personas.
Redacción
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Entre las víctimas se encuentra quien iba a ser el próximo secretario del Ayuntamiento del alcalde electo, mientras que la otra, Carlos Augusto, era un ciudadano que nada tenía que ver con el conflicto.
El ataque que terminó con la vida de Carlos Augusto ocurrió mientras viajaba en su auto acompañado de su familia.
Circulaba junto al vehículo en el que se desplazaba el hijo del alcalde electo de Morena cuando sicarios abrieron fuego.
Según testigos y peritos forenses, los agresores se acercaron a la mujer que viajaba con Carlos para disculparse, diciendo: “perdón, nos equivocamos”.
David Saucedo, experto en temas de seguridad, señaló que estos atentados reflejan la creciente frustración del crimen organizado ante su incapacidad de acercarse a las autoridades electas, quienes están rodeadas de elementos de la Guardia Nacional.
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Los delincuentes, imposibilitados de influir en la policía, el tránsito y otras áreas del gobierno, optan por atacar a colaboradores y familiares.
Esta táctica ya se ha visto en otros municipios como Pénjamo, Tarimoro y Cortazar, donde los grupos criminales intentan mantener control a través del terror y la violencia.
Comonfort, al igual que otros municipios de la región, enfrenta un panorama sombrío, donde la delincuencia organizada sigue extendiendo sus tentáculos, cobrando la vida de inocentes y dejando una sensación de inseguridad constante.
