Para los taxistas y grupos de este sector de San Miguel de Allende, primer contacto con el turismo, no existe algún tipo de capacitación o integración por parte del municipio para los proyectos de desarrollo turístico de la ciudad.
“Nosotros los taxistas somos los primeros que recibimos al turista, antes que los hoteleros, antes que los restauranteros y la única capacitación que recibimos es por parte de Gobierno del Estado y son cursos de: educación vial, primeros auxilios, básicos de mecánica y atención al cliente, sin embargo, estos cursos se dan cada 5 años”, así lo manifestó Rodolfo Gonzálz Rivera, taxista de la agrupación Doña Mary.
En la agrupación no todos hablan inglés y los que hablan tienen solo lo básico que es darles la bienvenida, darles el precio pero no pueden dar más información al turista extranjero.
“No todos hablamos inglés y los que más o menos hablamos es como para la bienvenida pero ya en sí una conversación pues no, solo para recibir a la persona y lo básico”.
Los encargados de las agrupaciones de taxis, que tienen 383 unidades para dar servicio en el Municipio, están abiertos a recibir las capacitaciones para mejorar su servicio, e incluso aunque tengan que pagar una cuota mínima.
“Lo que haría falta para tener una buena organización y que todos nos lleváramos bien y que todos tuviéramos el mismo pasaje, es que tuviéramos una dirección por parte del municipio, porque aquí la realidad es que todos hacemos lo que queremos, porque hay algunos compañeros que se adueñan de las bodas y se cierran la puerta para ellos mismos y algunas veces cobrando excesivamente”, dijo.
En San Miguel de Allende existen 6 agrupaciones de taxis, todos regulados por Tránsito del Estado.
Reconocen que desde hace mas de un año se elevó el número de visitantes a la ciudad, lo que ha beneficiado a su trabajo, además de que la seguridad es mayor, aunque ellos también cuentan con su propio sistema de sondeo de los compañeros y los viajes que realizan.