Críptas de la Parroquia guardan los restos del ex presidente mexicano ‘Anastasio Bustamante’

Redacción

Newssanmiguel@gmail.com

SAN MIGUEL DE ALLENDE. – Las críptas de la Parroquia guardan los restos del ex presidente mexicano «Anastasio Bustamante», ¿Lo sabías?.

El sótano de la Parroquia de San Miguel Arcángel, el cual se encuentra justamente debajo del altar principal del Señor San Miguel, con el paso de los años se ha vuelto un atractivo turístico para las miles de personas que la visitan los días 1 y 2 de noviembre.

Pues con motivo del día de muertos y como en un panteón normal, estos dos días son dedicados también a los decenas de difuntitos que descansan en esta fosa.

Algunos con más de 100 años de antigüedad, tal es el caso del presbítero, doctor Don Nicolás Jiménez, quien murió el 3 de junio de 1835.

O el sacerdote José María Yañez, quien murió a la edad de 29 años, el 14 de abril de 1825.

Y otras tumbas con las letras muy deterioradas.

Y varias que todavía son visitadas por familiares.

Una que llama mucho la atención, es la del ex presidente mexicano «Anastasio Bustamante», quien naciera el 27 de julio de 1780 en Jiquilpan, Michoacán y murió el 6 de febrero de 1853, en San Miguel de Allende.

Un personaje muy polémico, pues durante la guerra por la independencia de México, dejó su profesión de médico y se hizo militar para perseguir a Hidalgo y a Morelos. Tras el establecimiento de la República, ocupó la vicepresidencia durante el mandato de Vicente Guerrero, a quien arrebató el poder.

En su primera responsabilidad del poder ejecutivo (1830 – 1832), combatió la delincuencia, reorganizó la hacienda pública y estableció el banco de avío. Entre 1837 y 1839, por segunda vez se hizo cargo de la dirección del país, periodo en el que enfrentó la guerra de los pasteles. En su segundo periodo de gobierno como presidente (1839 – 1841), encaró una gran resistencia por parte de los militares, quienes encabezaron un pronunciamiento que terminó por derrocarlo.

En 1847 combatió contra la intervención norteamericana. Posteriormente participó en la pacificación de Guanajuato, Aguascalientes y la Sierra Gorda.

Murió en San Miguel de Allende, el 6 de febrero de 1853. De acuerdo con su voluntad, su corazón fue enviado a la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y depositado junto a los restos de Agustín de Iturbide.

Sus restos reposan en las catacumbas de la Parroquia de San Miguel Arcángel en San Miguel de Allende. Su espacio resalta por estar circulado con cadenas y una bandera de México.

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