Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- El pasado 8 de abril, fue el cumpleaños número 25 de Érika, una joven madre de San Miguel de Allende, con 2 niños que la esperaban siempre en casa.
Como todos los días, Érika salió a trabajar en una tienda departamental de la calle de Codo, donde ya tenía algunos meses laborando y ayudaba para apoyar en su hogar y por sus hijos, solo que la noche de su cumpleaños ya no volvió.
A Érika la esperaron por horas en casa y fue hasta el día siguiente que la encontraron, no como ellos pensaban, sino cubierta con una sábana, dentro de una finca a medio construir del Ejido de Tirado, entre arena, materiales y ladrillos…
Según reportes de la Fiscalía del Estado de Guanajuato, sus asesinos la dejaron detrás de una barda, con su mano saliendo de la sábana que se cubrió de la sangre que sus asesinos derramaron. No especificaron cuál fue la causa que la llevó a su muerte.
Este miércoles su familia la llevó a su última morada, donde se despidieron de quien fue una hija, una madre, una hermana a la que la violencia que vive el municipio y Guanajuato se las arrebató.
Descansa en paz Erika. Pronta resignación para toda tu familia.
