Redacción
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Hoy se cumplen 5 meses, casi medio año desde que aquella madrugada del 14 de enero en la que dos días después los sanmiguelenses se enteraban que entre un tiroteo entre policías y hombres armados, tres niños morían a balazos.
Hoy se cumple un mes más de aquella ocasión en la que la mamá de los niños, Juana Luna, tomaba su celular para marcar al número de emergencias y pedir una ayuda, una ayuda que llegó 2 horas y media después cuando un comandante de apellido Malagón Vaca salió de Celaya acompañado de algunos elementos del Grupo Especial que dicen, esquivaron muchas balas, se cubrieron con las paredes, con las camionetas, sin saber de dónde salían tantos impactos.
De esa noche el procurador Carlos Zamarripa dijo que no hubo detenidos, que todos se escaparon por la puerta trasera, una puerta que dice la familia Toño, es la misma por donde ellos entraron.
Ha pasado casi un semestre desde que Toño fue encarcelado, acusado de ser el responsable de darle muerte a Mateo, Adrián y Gabriel, sus tres niños de no más de 14 años y que esa noche los perdió de un jalón en esa finca que sigue custodiada por una patrulla de policía, de día y noche.
Enero, febrero, marzo, abril, mayo y junio, casi se cumple el plazo solicitado por la defensa para reunir las pruebas necesarias y demostrar que Toño Luna es o no responsable de la muerte de sus hijos. Aún quedan unos días de gracia para esa audiencia en la que Toño recibirá su sentencia y en la que el ahora también abogado del cantante Luis Miguel, Rafael Heredia, será quien logre demostrar lo que realmente ocurrió esa noche en la que tres niños murieron de un balazo en su cabeza… a sangre fría.
Se acerca la fecha para que un juez del Poder Judicial determine su inocencia o su responsabilidad. La hora de Toño Luna se acerca para saber su destino final sobre lo ocurrido esa noche en una finca a la que sólo iba a trabajar.
A 5 meses ya no hay ruido ni marchas por los niños, porque así lo pidió la familia y en las tumbas de los tres pequeños, que hace 6 meses estaban rodeadas gente molesta por lo ocurrido, hoy tendrán nuevas flores porque su mamá Juana llegará a saludarlos.
Las cosas han cambiado a la fecha, sólo el coraje y el grito de justicia se mantiene mientras llega la hora de que un juez le ponga el punto final a esta historia.
Descansen en paz Mateo, Adrián y Gabriel. A 5 meses de su partida su gente sigue exigiendo ¡Justicia!
