Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- Un 23 de julio del 2019, los elementos José Reyes Villegas Ramírez y Valentín Vargas Martínez eran asesinados a balazos. En el cumplimiento de su deber, ambos perdían la vida.
Todo ocurrió cerca de la 1.30 de la tarde del 23 de julio del 2019, cuando ambos se encontraban en la avenida Independencia, esperando a otros compañeros porque realizarían un operativo.
Sin embargo en ese momento una cmaioneta con hombres armados los atacó y ambos repelieron la agresión pero contra armas de alto calibre no pudieron hacer nada… sus compañeros dijeron que hasta con sus mismas armas les dieron el último tiro.
Los elementos José Reyes Villegas Ramírez y Valentín Vargas Martínez murieron en el lugar, frente a una puerta de madera, frente a los vecinos que grababan la agresión mientras permanecían escondidos.
Los dos elementos desde entonces descansan en paz y ese mismo día, dos hombres eran detenidos.
Tras los hechos se desataron una ola de temas de seguridad, cuando los elementos se manifestaron para pedir mejores condiciones de trabajo, que no los enviaran solos, que los mandos «consentidos» dejaran de serlo para ser un equipo que viera para un mismo fin.
Su manifestación terminó en nada y fue cuando el alcade Luis Alberto Villarreal agredió a dos reporteras que cubrían la manifestación acusándolas de ser quienes provocaban la inseguridad en la ciudad y con sus «notas de risa loca» les daban más armas a los malos.
Dijo que la manifestación no era manifestación y llamó «cambio de guardia» a la reunión donde los elementos se manfiestaban.
Tras los acontecimientos comenzaron las hostigaciones contra ellos y posteriormente sus jefes, entre ellos el General Rolando Eddy Hidalgo, se fue contra los elementos de Policía y tránsito que pidieron «más seguridad» para quienes brindan seguridad.
Según fuentes de seguridad consultados, varios policías y elementos de tránsito tuvieron que abandonar su puesto porque tras «rebelarse», fueron hasta denunciados por sus jefes acusándolos desde un «no vino a trabajar» hasta acosos.
Un año después la persecusión de quienes fueron sus jefes todavía no cesa, a pesar de que ellos dejaron de ser Policías, aún cuando dicen, varios pudieron ver el cuerpo de sus compañeros cubiertos de sangre.
A un año de su partida, honor a los elementos que lucharon hasta el fin por sus vidas mientras realizaban su labor de vigilar a San Miguel de Allende.
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